„No piensas en mi como yo en ti, no me importa, pero si también tienes frío, podrías acercarte y rodearme con tus brazos. Sólo un poco.Con un nudo en la garganta, me acerqué, me senté a su lado y la abracé.–Qué bien– dijo ella, más relajada–. Es como si hasta ahora siempre hubiera tenido frío.“

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