„El condicionamiento ante la muerte empieza a los dieciocho meses. Todo crío pasa dos mañanas cada semana en un Hospital de Moribundos. En estos hospitales encuentran los mejores juguetes, y se les obsequia con helado de chocolate los días que hay defunción. Así aprenden a aceptar la muerte como algo completamente corriente.“

— Aldous Huxley

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„Estoy completamente a favor de la separación entre la iglesia y el estado. Mi idea es que éstas dos instituciones nos han jodido bastante cada una por su cuenta, así que las dos juntas serían la muerte.“
— George Carlin
„adormidera, como me aconsejaban las monjas del hospital“
— Isabel Allende
„Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama.“
— Charles Baudelaire
„Pasados unos meses observé que muchos médicos evitaban rutinariamente referirse a cualquier cosa que tuviera que ver con la muerte. A los enfermos moribundos se los trataba tan mal como a mis pacientes psiquiátricos del hospital estatal. Se los rechazaba y maltrataba. Nadie era sincero con ellos. Si un enfermo de cáncer preguntaba "¿Me voy a morir?", el médico le contestaba "¡Oh, no! no diga tonterías".“
— Elisabeth Kübler-Ross
„Los colegios, las fábricas, los hospitales y las cárceles… se parecen.“
— Luis Alberto Spinetta
„Aceptar la vida es más duro que aceptar la muerte.“
— Jordi Sierra i Fabra
„Años de soledad le habían enseñado que los días, en la memoria, tienden a ser iguales, pero que no hay un día, ni siquiera de cárcel o de hospital, que no traiga sorpresas“
— Jorge Luis Borges
„La iglesia no es la asamblea de los puros, sino el hospital de los pecadores.“
— Gilbert Keith Chesterton
„¡Destruir su condicionamiento ante la muerte con aquella indecente explosión de dolor, como si la muerte fuese algo horrible, como si la vida de una persona pudiera llegar a importar tanto!“
— Aldous Huxley
„Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.“
— Jorge Luis Borges