„Existimos mientras alguien nos recuerda“
— Carlos Ruiz Zafón
„Recordaba que mi padre solía decir que la razón de vivir era prepararse para estar muerto durante mucho tiempo.“
— William Faulkner
„Era difícil mantener una conversación con alguien, había demasiada gente hablando.“
— Yogi Berra
„Si querías a alguien, lo querías, y, si no tenías otra cosa que darle, le dabas cariño.“
— George Orwell
„Me irrita que alguien hable mientras interrumpo.“
— Héctor del Mar
„Generalmente no se en el día que vivo. Alguien me puede decir que es 9 de Febrero y no enterarme. Pero nunca me olvido del cumpleaños de mi madre o del aniversario de mis padres. “
— Avril Lavigne
„Me recuerda a algo que mi abuelo solía decirme, el decía "Subiré las escaleras para tirarme a tu abuela". Él era un hombre sincero y no quería mentirle a un niño de 4 años.“
— George Carlin
„Es una miseria el saber que alguien no se lamenta después de su muerte.“
— Giacomo Casanova
„Que alguien conozca el futuro no quiere decir que sea capaz de cambiarlo..“
— Ray Loriga
„La canción "Dear John" es algo así como el último email que enviarías a alguien con la que solías mantener una relación. Normalmente la gente escribe este último email a alguien y ellos dicen todo lo que quieren decirles en persona, y normalmente no lo envían. Supongo que al poner esta canción en el álbum estoy pulsando enviar.“
— Taylor Swift
„Buscar. No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.“
— Alejandra Pizarnik
„Cuando sientas deseos de criticar a alguien (…) recuerda que no todo el mundo ha tenido las mismas oportunidades que tú tuviste.“
— Francis Scott Fitzgerald
„Si uno va a sentarse sobre la lápida de alguien, al menos debe saber algo sobre ellos, ¿no?“
— Nicholas Sparks
„La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.“
— Gabriel García Márquez
„Cuando queremos a alguien, no nos conformamos con conocer solo su alma, deseamos saber cómo es su cuerpo.“
— Paulo Coelho