Página de inicio » Quote » Antonio Porchia » „Cuanto sé no me sirve ni para saberlo.“ „Cuanto sé no me sirve ni para saberlo.“ — Antonio Porchia Tags:cuanto Citas relacionadas „Cuánto más veo, estoy menos seguro de lo que sé.“ — John Lennon „Quien trabaja por la paga y sirve por conveniencia, en cuanto llueve se larga y te deja en la tormenta.“ — William Shakespeare „demasiado sé cuánto me puedes decir, cuánto puedes dar de ti mismo y, francamente, no me interesas.“ — Mario Benedetti „En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada. Y cuando quiero saber busco en los libros, a los que nunca falla la memoria.“ — Arturo Pérez-Reverte „No sé cuánto dinero tengo… Le pedí a mi contador decirme cuánto es. Lo escribí en un pedazo de papel, pero perdí el papel.“ — John Lennon „Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo debo.“ — Albert Camus „Quiero saber por qué es bello vivir, quiero saber que vivir es bello. Quiero saberlo para mí. Hasta ahora he sabido de la vida en cuanto maldición y hecho casi insoportable.“ — Alejandra Pizarnik „Vive mientras puedas, de qué sirve tanta espera ¿quién te dice cuánto tiempo queda?. El ahora es tu regalo, aprovéchalo; entre el suelo y el cielo hay algo, ¡disfrútalo!“ — Nach „Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después.“ — Francisco de Quevedo „A veces te sorprendes. Quiero decir, realmente te sorprendes. Sé que creamos nuestra realidad y siempre tenemos una elección. Pero cuanto es predestinado?“ — John Lennon „Él nunca llegará a saber cuánto le quiero, y no porque sea guapo, sino porque hay más de mí en él que en mí misma. No sé qué composición tendrán nuestras almas, pero sea de lo que sea, la suya es igual a la mía.“ — Emily Brontë „Te quiero -añadió él-. ¿Sabes cuánto te quiero?- Más que todos los peces del mar juntos y hasta más lejos que la luna. Lo sé.“ — Nicholas Sparks „Todo cuanto el sombrerero destilaba de afabilidad y entusiasmo, don Ricardo exhalaba en crueldad y fortaleza. Su sonrisa canina dejaba claro que era capaz de leer sus pensamientos y sus deseos y que se reía de ellos. Sophie sintió por él ese anémico desprecio que despiertan las cosas que más deseamos sin saberlo“ — Carlos Ruiz Zafón