„A los quince años mi corazón estaba en el aprendizaje; A los treinta me mantuve firme; A los cuarenta no tuve más dudas; A los cincuenta conocí la voluntad del cielo; A los sesenta mi oído era obediente; A los setenta podía seguir el deseo de mi corazón sin sobrepasar los límites de lo que era correcto.“

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