Página de inicio » Quote » Fito Cabrales » „Entre tanto amor desordenado se confunden penas y perdón.“ „Entre tanto amor desordenado se confunden penas y perdón.“ — Fito Cabrales Tags:amorpenperdón Citas relacionadas „Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.“ — Groucho Marx „Si hay amor puede prescindirse de la felicidad. La vida es buena, inclusive con penas.“ — Fiódor Dostoyevski „Si pudieras salir de tus penas y salieras de tus penas, ¿sabrías adonde ir fuera de tus penas?“ — Antonio Porchia „… sumar penas y alegrías; así se va haciendo el amor, sin apuro, día a día.“ — Isabel Allende „La curación se fundamenta en tres puntos muy sencillos: la verdad, el perdón y el amor hacia uno mismo. Una“ — Miguel Ángel Ruiz Macías „No razonar, desaparecer, cuando tenías que estar, te echaste a correr, lo que hiciste en mí, no tiene perdón, y yo se que me siento mucho más fuerte sin tu amor“ — Charly García „Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una“ — Miguel de Unamuno „El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio.“ — Oscar Wilde „La sociedad perdona a veces al criminal, pero no perdona nunca al soñador.“ — Oscar Wilde „Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.“ — Agustín de Hipona „Suavizar las penas de los otros es olvidar las propias.“ — Abraham Lincoln „Es aquí en la vida en donde tengo que encontrar remedio de la vida. Y una buena receta es el amor y el saber mirar por encima de mi hombro mis propias penas.“ — Jaime Sabines „Bebo para ahogar las penas; más las condenadas flotan.“ — Alfonso Daniel Rodríguez Castelao „Las penas de la vida deben consolarnos de la muerte.“ — Sócrates