„Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.“
— Julio Cortázar
„Un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas“
— Julio Cortázar
„convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.“
— Julio Cortázar
„Todo encuentro casual era una cita“
— Jorge Luis Borges
„Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.“
— Michel De Montaigne
„Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.“
— Bertrand Russell
„Belano, le dije, el meollo de la cuestión es saber si el mal (o el delito o el crimen o como usted quiera llamarle) es casual o causal. Si es causal, podemos luchar contra él, es difícil de derrotar pero hay una posibilidad, más o menos como dos boxeadores del mismo peso. Si es casual, por el contrario, estamos jodidos. Que Dios, si existe, nos pille confesados. Y a eso se resume todo.“
— Roberto Bolaño
„Me da la sensación —dijo—, de que en la vida humana la casualidad no se rige por el cálculo de probabilidades. Quiero decir con esto que nos ocurren muchas cosas casuales tan improbables que no podemos justificarlas matemáticamente.“
— Milan Kundera
„Sólo las sorpresas de la guerra pueden subir un hombre inculto al poder.“
— José Martí
„La muerte es un proceso natural, cuando me llegue entraré en la nada y me disolveré en ella.“
— José Saramago
„Quien asciende peldaño a peldaño, se halla siempre a la altura de un peldaño.“
— Antonio Porchia
„Ambos carruajes estaban ya enlazados por el puente colgante de cintas, y la que lo ocasionaba sonreía de vez en cuando al galante muchacho.“
— Horacio Quiroga