Página de inicio » Quote » Leonardo Da Vinci » „Nuestra vida está hecha de la muerte de otros“ „Nuestra vida está hecha de la muerte de otros“ — Leonardo Da Vinci Tags:hechomuertevida Citas relacionadas „¡Cuantós han muerto habiendo hecho planes para una larga vida!“ — Victor Hugo „La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.“ — Jorge Luis Borges „La muerte no se opone a la vida, la muerte está incluida en nuestra vida -Watanabe.“ — Haruki Murakami „La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos. La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real. La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas (¿mujer, monstruo?), la vida, proxeneta de la muerte, espléndida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario.“ — Julio Cortázar „La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.“ — Wolfgang Amadeus Mozart „¿Por qué me rechazaste, Indi? Me has hecho sufrir, me humillaste. Yo quería ser el hombre de tu vida; en cambio he tenido que resignarme a ser el hombre de tu muerte.“ — Isabel Allende „Fue una muerte en vida.“ — Gabriel García Márquez „Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen en hombros.“ — Enrique Jardiel Poncela „Compuestos de células vivas y en desagregación, estamos hechos de muerte.“ — Fernando Pessoa „Aquel que tú crees que ha muerto, no ha hecho más que adelantarse en el camino.“ — Lucio Anneo Seneca „Somos muerte. Esto, que consideramos vida, es el sueño de la vida real, la muerte de lo que verdaderamente somos.“ — Fernando Pessoa „La muerte sirve para hacernos pensar, pero no sobre la muerte sino sobre la vida.“ — Fernando Savater „La muerte no se opone a la vida, la muerte está incluida en nuestra vida. Es una realidad. Mientras vivimos, vamos criando la muerte al mismo tiempo.“ — Haruki Murakami