Página de inicio » Quote » Miguel de Unamuno » „Vienen los días y van los días y el amor queda.“ „Vienen los días y van los días y el amor queda.“ — Miguel de Unamuno Tags:amorquedavan Citas relacionadas „Vienen los días y van los días y el amor queda. Allá dentro, muy dentro, en las entrañas de las cosas, se rozan y friegan la corriente de este mundo con la contraria corriente del otro, y de este roce y friega viene el más triste y el más dulce de los dolores: el de vivir.“ — Miguel de Unamuno „Todos los días van hacia la muerte, el último la alcanza.“ — Michel De Montaigne „Los nombres del Amor cambian como los días“ — Julio Cortázar „Amor, todos los días. Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.“ — Jaime Sabines „Las guerras vienen y van pero mis soldados son eternos“ — Tupac Shakur „Los amigos van y vienen, pero los enemigos se acumulan.“ — Héctor del Mar „La democracia es un quehacer, la democracia es una cosa que hay que hacerla. La democracia es como el amor, hay que hacerlo todos los días.“ — Manuel Clouthier „Con todo esto y a decir verdad, en nuestros días, razón y amor no hacen buenas migas.“ — William Shakespeare „Es el reflejo de mi rostro. A menudo en estos días perdidos, me quedo contemplándolo. No comprendo nada de este rostro. Los de los demás tienen un sentido. El mío, no.“ — Jean Paul Sartre „… el amor es hacer elecciones valientes todos los días. Eso es lo que hizo ella. Siempre eligió el amor; siempre escogió la aventura. Para ella, eran una y la misma.“ — Jenny Han „Los hombres son dueños de su libertad. Sólo el tiempo es su señor y cuando les parece van o vienen.“ — William Shakespeare „El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: “También el amor se aprende”“ — Gabriel García Márquez „En ciertas estaciones me retiro a un islote, de una hora de circuito y de una elevación prodigiosa, que en crestas acolumnadas se levanta sobre el profundo del mar Mediterráneo. Vase la barca y yo me quedo allí solo por unos días, para unirme con Dios y su Iglesia, en fe, esperanza y amor.“ — Francisco Palau y Quer