„El tiempo humano no da vueltas en redondo, sino que sigue una trayectoria recta. Ese es el motivo por el cual el hombre no puede ser feliz, porque la felicidad es el deseo de repetir“
— Milan Kundera
„El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.“
— Epicteto
„El dinero no comprará la felicidad a quien no sabe que desea.“
— Ayn Rand
„Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo.“
— León Tolstói
„La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y desea nuestra felicidad.“
— Benjamin Franklin
„La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.“
— Antón Chéjov
„Carecer de alguna de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad.“
— Bertrand Russell
„Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo. LEÓN TOLSTÓI“
— Walter Riso
„Sólo existe una forma de felicidad, que es dejar de preocuparnos por aquellas cosas que estén más allá del poder de nuestro deseo.“
— Epicteto
„El verdadero amor, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada, sin exigirle a cambio la nuestra.“
— Jacinto Benavente
„felicidad que nuestro corazón desea no la afecta ni el éxito ni el fracaso, mora muy adentro de nosotros y nos da paz y contentamiento interiores, no importa cuál sea el problema en la superficie. Es el tipo de felicidad que no necesita ningún estímulo exterior.“
— Billy Graham
„No hay felicidad en la existencia, no hay más que relámpagos de felicidad.“
— León Tolstói
„Toda satisfacción, o lo que por lo común llamamos dicha, es propia y esencialmente algo siempre negativo y nunca positivo. No se trata de una felicidad genuina que venga a nosotros por sí misma, sino que ha de ser siempre la satisfacción de un deseo. Pues el deseo, es decir, la carencia, es la condición previa a cualquier placer. Ahora bien, con la satisfacción se termina el deseo y, en consecuencia, también el placer. De ahí que la satisfacción o la felicidad nunca puedan ser más que la liberación de un dolor, de una necesidad: así hay que entender no solo el sufrimiento real y evidente, sino también cada deseo cuya inoportunidad perturba nuestra calma, e incluso el tedio mortal que convierte en una carga nuestra existencia.“
— Arthur Schopenhauer