„Cuando los estados que se conquistan están acostumbrados a vivir en libertad, hay tres formas de conservarlos: destruirlos, vivir allí personalmente o dejar que sigan viviendo con sus leyes.“

— Nicolás Maquiavelo

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„Hay tres modos de conservar un Estado que, antes de ser adquirido, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero, destruirlo., después, radicarse en él; por último, dejarlo regir por sus leyes, obligarlo a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas, para que se encargue de velar por la conquista.“
— Nicolás Maquiavelo
„Seamos esclavos de las leyes para poder vivir en libertad.“
— Cicerón
„¿Cómo puede quedarse allí sentada dispuesta a morir mientras yo quiero seguir viviendo? […] ¿Por qué quiero vivir? No debería y, sin embargo, quiero vivir.“
— Markus Zusak
„Al final, ¿Qué importa más: vivir o saber que se está viviendo?“
— Clarice Lispector
„Eres maestro de lo que has vivido, artesano de lo que estás viviendo y aprendiz de lo que vivirás.“
— Richard Bach
„Personalmente, no puedo vivir sin mi arte. Pero jamás he puesto ese arte por encima de cualquier cosa.“
— Albert Camus
„Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable charlatanería de egoísmo de los pueblos desarrollados.“
— Friedrich Nietzsche
„Comparada con la forma de morir, la forma de vivir quizá no tenga tanta importancia. Pero, no obstante, lo que determina la forma de morir es la forma de vivir.“
— Haruki Murakami
„Qué difícil vivir enamorado y no dejar de ser un pinche caliente.“
— Xavier Velasco
„Las mujeres no quieren reproducirse porque hacerlo significa dejar de vivir“
— Gioconda Belli
„Sí, pero nosotros estamos vivos, Rose. No podemos dejar de vivir porque otras personas estén muertas“
— Richelle Mead
„Nacer, vivir y morir es cambiar de formas.“
— Denis Diderot
„Descubre qué es aquello que más miedo te da, y vete a vivir allí.“
— Chuck Palahniuk
„Vivir para los demás no es solamente una ley de deber, sino también una ley de felicidad.“
— Auguste Comte