„Había escuchado su voz, por primera vez, en la isla donde viajó después de abandonar la empresa; estaba en la playa, sufría pero intentaba desesperadamente creer que aquel dolor tendría un final, cuando vio la puesta de sol más hermosa de su vida. Entonces, la desesperación se abatió sobre él con más fuerza que nunca y descendió al abismo más profundo de su alma, porque aquel atardecer merecía ser visto por su mujer y las niñas. Lloró compulsivamente, y presintió que nunca saldría del fondo de aquel pozo.“

Tags: