Citas

„El corazón de la hembra es un laberinto de sutilezas que desafía la mente cerril del varón trapacero. Si quiere usted de verdad poseer a una mujer, tiene que pensar como ella, y lo primero es ganarse su alma.“
„Había permanecido en la sombra, esperando, sin prisa, a que alguna fuerza lo trajese de nuevo al mundo de los vivos. Y nada tiene tanta fuerza como una promesa…“
„¿Hablamos de religión o de economía?- Elija usted la nomenclatura.“
„Me vi entonces a mí mismo a través de sus ojos; apenas un muchacho transparente que creía haber ganado el mundo en una hora y que todavía no sabía que podía perderlo en un minuto.“
„Frente a un ataúd, todos vemos sólo lo bueno o lo que queremos ver.“
„Era un hombre muy reservado y a veces me parecía que había dejado de interesarle el mundo y la gente. El señor Cabestany le tenía por muy tímido y un tanto lunático, pero a mí me pareció que Julián vivía en el pasado, encerrado con sus recuerdos. Julián vivía de puertas adentro, para sus libros y dentro de ellos, como un prisionero de lujo.“
„Llevamos el circo en la sangre.“
„… los peores misóginos siempre son mujeres.“
„Este mundo no se morirá de una bomba atómica como dicen los diarios, se morirá de risa, de banalidad, haciendo un chiste de todo, y además un chiste malo.“
„… porque nadie pregunta por aquello que prefiere ignorar.“
„Cuanto más oía de aquella historia, más perdido me sentía.“
„No conocía el placer de leer, de explorar puertas que se te abren en el alma, de abandonarse a la imaginación, a la belleza y al misterio de la ficción y del lenguaje.“
„En aquellos días aprendí que nada da más miedo que un héroe que vive para contarlo, para contar lo que todos los que cayeron a su lado no podrán contar jamás“
„La diferencia entre un crimen y una hazaña suele depender de la perspectiva del observador“
„Es imposible iniciar un diálogo racional con una persona respecto a creencias y conceptos que no ha adquirido mediante la razón.“
„Basta convencer al santurrón de que está libre de todo pecado para que empiece a tirar piedras, o bombas, con entusiasmo.“
„Las personas eran como los títeres o los juguetes de cuerda, tenían todas un resorte oculto que permitía mover sus hilos y hacerlas correr en la dirección que uno deseaba.“
„El tiempo pasa más aprisa cuanto más vacío está. Las vidas sin significado pasan de largo como trenes que no paran en su estación.“
„Hasta entonces para mí las lecturas eran una obligación, una especie de multa a pagar a maestros y tutores sin saber muy bien para qué. No conocía el placer de leer, de explorar puertas que se te abren en el alma, de abandonarse a la imaginación, a la belleza y al misterio de la ficción y del lenguaje.“
„No tenía sueño, ni ganas de tentarlo.“