Citas

„Que no nos distraigan las noticias.“
„¿Qué es eso de andar escondiendo lo que el Señor te dio para compartir?“
„Sólo debes hacer lo que amas.“
„Al pan lo trae la verdad y a todo lo que necesitas. El mañana no interesa. El traerá nueva experiencia porque a cada día le basta con su propio afán.“
„Por el mundo caminado, he podido comprobar que el que fácilmente halaga, fácilmente insultará.“
„Olvidar cosas malas, también es tener buena memoria, decía Martín Fierro. Yo digo: el olvido es una gentileza de Dios.“
„Nadie puede ser esclavo y menos de señores, porque amará a uno y odiará al otro; además, fuera de Dios, cualquier otro es un impostor.“
„El exceso de información ya es obra de deformación.“
„Mira si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas.“
„La vida es hambre o festín. Tú eliges.“
„La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días.“
„Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen “no puedo”, yo les digo “no jodas”.“
„En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo.“
„El Señor no nos va a preguntar qué hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir.“
„El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.“
„Buscar a Dios es encontrarse con uno; si tienes fe, moverás el mundo.“
„No te preocupes pensando en qué es lo que vas a comer, con qué te vas a vestir. Que por cosas tan pequeñas el hombre se hace infeliz, porque el Señor sabe bien qué necesita tu piel. Anda con Él.“
„Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla.“
„Padre, ¿de quién aprender? —Aprende del agua. —¿Por qué? —Porque el agua es humilde y generosa con cualquiera. Aprende del agua que toma la forma de lo que la abriga. En el mar es ancha, angosta y rápida en el río, apretada en la copa; sin embargo, siendo blanda moldea a la piedra dura. Aprende del agua tan graciosa, que por delgada se te escapa entre los dedos. Tan graciosa como la espiga, que se somete a los caprichos del viento y se dobla hasta tocar con su punta la tierra, pero pasado el viento la espiga recupera su erguida postura, mientras que el roble por duro no se doblega y es quebrado por el viento. Sé blando como el agua para que el Señor pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino.“
„La sociedad humana está mal tanto por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos.“