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Gabriel García Márquez
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„arrojarlo con todas sus fuerzas contra el pavimento y pisotearlo con ferocidad hasta cuando ya no pudiera moverse verdaderamente, hasta cuando pudiera decir, jadeante, que había dado muerte al ruido que lo atormentaba“
„Lo único cierto era que se llevaron todo: el dinero, las brisas de diciembre, el cuchillo del pan, el trueno de las tres de la tarde, el aroma de los jazmines, el amor. Sólo quedaron los almendros polvorientos, las calles reverberantes, las casas de madera y techos de cinc oxidado con sus gentes taciturnas, devastadas por los recuerdos.“
„Así es –suspiró el coronel–. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.“
„El que vende comida no se muere de hambre.“
„¿Qué dice? —preguntó. —Está muy triste —contestó Úrsula— porque cree que te vas a morir. —Dígale —sonrió el coronel— que uno no se muere cuando debe, sino cuando puede.“
„Sus recuerdos eran tan antiguos, que no existían discos suficientemente viejos para removerlos.“
„carga de insectos.“
„Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas“
„Sus sueños terminaban frente a ese mar color de ceniza, espumoso y sucio, que no merecía los riesgos y sacrificios de su aventura.“
„Quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar.“
„A modo de disculpa le pregunte si creía en los amores a primera vista «claro que si», me dijo. «Los imposibles son los otros».“
„Pero aquella tarde se preguntó con su infinita capacidad de ilusión si una indiferencia tan encarnizada no sería un subterfugio para disimular un tormento de amor. La“
„Con la temeridad atroz con que José Arcadio Buendía atravezó la sierra para fundar Macondo, con el orgullo ciego con que el coronel Aureliano Buendía promovió sus guerras inútiles, con la tenacidad insensata con que Úrsula aseguró la supervivencia de la estirpe, así buscó Aureliano Segundo a Fernanda, sin un solo instante de desaliento.“
„Siempre fue mucho más pobre de lo que parecía y tuvo a la pobreza como un enemigo abominable al que nunca se resignó ni pudo derrotar.“
„Cinco minutos después, volando sobre la nieve rosada de los Andes al atardecer, tomé conciencia de que las seis semanas que dejaba detrás no eran las más heroicas de mi vida, como lo prentendía al llegar, sino algo más importante: las más dignas.“
„No es que la niña sea negada para todo, es que no es de este mundo.“
„Al instante me miró a los ojos y me preguntó intrigada: —¿Por qué crees que lo sé? —Porque usted y yo somos iguales —dije.“
„Se me ocurrió que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas jóvenes que nos creen fuera de servicio.“
„Por el amor de Dios -murmuró Clotilde Armenta-. Déjenlo para después, aunque sea por respeto al señor obispo.“
„XII con su graciosa crueldad. Sin embargo, Florentino“
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