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Henry David Thoreau
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„Si me arrepiento de algo, es muy probable que sea mi buen comportamiento. ¿Qué demonio me ha poseído, que me porté tan bien?“
„El mayor cumplido que me hicieron fue cuando alguien me preguntó qué pensaba y atendió mi respuesta.“
„El amor no sólo debe ser una llama, sino una luz.“
„La luz que enceguece nuestros ojos es oscuridad para nosotros. Sólo alborea el día para el cual estamos despiertos. Hay aún muchos días para amanecer. El sol no es sino una estrella de la mañana.“
„La mayor parte de los hombres, incluso en este país relativamente libre, se afanan tanto en innecesarios artificios y labores absurdamente mediocres, que no les queda tiempo para recoger los mejores frutos de la vida.“
„Las matemáticas no mienten, lo que hay son muchos matemáticos mentirosos.“
„No hay peor olor que el que despide la bondad corrompida.“
„Si no logras convencer a una persona de lo malo que está haciendo, procura hacer entonces lo bueno. La gente cree sólo lo que ve.“
„Cuando salí de prisión —pues alguien interfirió y pagó al impuesto— no observé que se hubieran producido grandes cambios en los colectivo, en lo comunitario, como fue el caso de quien, entrado de joven, salió hecho un viejo chocho de pelos grises; sin embargo, a mi modo de ver una modificación sí había tenido lugar en la escena —la villa, el estado y el país— y mayor aún que cualquiera que pudiera deberse al mero paso del tiempo. El Estado en que vivía se me ofreció con perfiles más definidos. Vi hasta qué punto podían ser tenidos como buenos los vecinos y amigos que me rodeaban; reparé en que su amistad era apta sólo para climas estivales; que no abrigaban deseos de llevar a término especialmente justo; que por sus prejuicios y supersticiones constituían una raza tan distinta de mí como lo sería un chino o un malayo; que con sus sacrificios en aras de la humanidad no incurrían en riesgos, ni siquiera en aquél que pudiere afectar tan sólo a sus bienes; que, después de todo, no eran tan nobles, sino que trataban al ladrón como les había tratado a ellos; y que mediante cierta apariencia externa y una cuantas plegarias, así como discurriendo de vez en cuando por una vía recta, pero inútil, esperaban salvar sus almas. Puede que esto parezca un juicio severo sobre mis conciudadanos, pues, según creo, muchos de ellos no saben siquiera que poseen una institución tal como la de la cárcel de su comunidad.“
„No es tan importante que muchos sean igual de buenos que tú como el que exista alguna medida de bondad absoluta en algún lugar; pues esto haría fermentar toda la masa. Son miles los que por opinión se oponen a la esclavitud y a la guerra y que, sin embargo, no hacen nada para ponerle fin; que, estimándose hijos de Washington y de Franklin, siguen sentados con sus manos en los bolsillos y dicen que no saben qué hacer, por lo que no hacen nada; quienes posponen incluso la cuestión de la libertad a la del libre comercio, y que tranquilamente se informan de los precios actuales del mercado junto con las últimas noticias de México, después de comer, y hasta que puede que terminen por dormirse en el empeño. ¿Qué precio alcanza hoy un hombre honesto y patriota? Dudan, vacilan, se lamentan, y en ocasiones, piden; pero no hacen nada seriamente y de efecto. Esperarán, con la mejor disposición, a que sean otros quienes remedien la maldad para que ellos no tengan que seguir lamentándose de su existencia. A lo más darán su voto con descuido y una salutación de adiós al justo, cuando éste pase por su lado. Hay novecientos noventa y nueve paladines de la virtud por cada hombre virtuoso; pero es mucho más fácil tratar con el poseedor real de algo que con su guardián temporal.“
„No; sed Colones de los continentes y mundos enteramente nuevos de vuestro interior y abrid nuevas vías, no para el comercio, sino para las ideas.Todo hombre es dueño y señor de un reino junto al cual el imperio terrestre del zar no es sino una nimiedad, un rimerillo dejado por el hielo. Sin embargo, algunos que no se tienen respeto a sí mismos pueden pasar por patriotas y sacrificar lo más grande a lo más vano. Aman el suelo que conformará su tumba, pero no sienten simpatía alguna por el espíritu que anima aún su propio barro.“
„La mayoría de los hombres me parecen, a pesar de sus artes, inferiores a los animales.“
„Cuán vano es sentarse a escribir cuando aún no te has levantado para vivir.“
„En literatura, solo lo salvaje nos atrae. El aburrimiento no es sino otro nombre de la domesticación. Lo que nos deleita de *Hamlet* y *La Ilíada* es la visión del mundo incivilizada, libre y natural, que no se enseña en las escuelas. (…) El poeta de hoy en día, pese a todos los descubrimientos científicos y la sabiduría acumulada por la humanidad, no disfruta de ventaja alguna sobre Homero.“
„Jamás existirá un Estado realmente libre e iluminado hasta cuando ese Estado reconozca al individuo como un poder más alto e independiente, del cual se deriva su propio poder y autoridad y lo trate de acuerdo a ello. Me complace imaginar un Estado que finalmente pueda darse el lujo de ser justo con todos, y que trate al individuo con respecto; más aún, que no llegue a pensar que es inconsistente con su propia tranquilidad si unos cuantos viven separados de él, no mezclándose con él, sin abrazarlo, pero cumpliendo con su obligación de vecinos y compañeros.“
„No puedo creer que nuestro sistema industrial sea el mejor modo por el que podamos vestirnos. La condición de los obreros se parece cada día más a la de los ingleses y no hay que sorprenderse, ya que, por lo que he oído y observado, el objetivo principal no es que la humanidad esté bien y honestamente vestida, sino, indudablemente, que las corporaciones se enriquezcan.“
„¡La laguna de Flint! Nuestra nomenclatura es pobre. ¿Qué derecho tenía el sucio y estúpido granjero, cuya granja lindaba con esta agua celestial, a darle su nombre tras haber desnudado sin piedad sus riberas? No es para mi el nombre de un avaro que prefería la resplandeciente superficie de un dólar o de un centavo nuevo, en la que podía ver su propia cara dura; que consideraba intrusos a los mismos patos salvajes que anidaban allí y cuyos dedos habían crecido hasta convertirse en garras curvas y callosas por el hábito de agarrar las cosas como una arpía. No voy allí a ver ni a oír hablar de alguien que nunca ha ‘visto’ (palabra enfatizada en cursiva) la laguna, ni se ha bañado en ella, ni la ha amado, ni protegido, ni pronunciado una palabra a su favor, ni agradecido a Dios que la creara. Démosle más bien el nombre de los peces que nadan en ella, de las aves salvajes o los cuadrúpedos que la frecuentan, de las flores silvestres que crecen en sus orillas o de algún hombre o niño salvaje cuya historia se haya entretejido con la de la laguna, no el de aquel que no podría mostrar otro título que el hecho de que otro vecino de mentalidad semejante o la cámara legislativa se lo hayan otorgado a él, que sólo pensaba en su valor monetario y cuya presencia ha sido nefasta para la orilla, que esquilmó la tierra a su alrededor y habría agotado el agua, que lamentaba que no fuera una pradera de heno inglés o de arándanos. A su parecer, nada había que salvar en la laguna y la habría drenado y venido por el légamo del fondo. La laguna no movía su molino ni era, para él, un privilegio contemplarla. No respeto su trabajo ni su granja, donde todo está tasado. Ese hombre sería capaz de llevar el paisaje y a su Dios y al mercado si pudiera obtener algo a cambio; su Dios es el mercado, por eso va allí; nada crece libremente en su granja: sus campos no dan cosechas, sus prados no dan flores, sus árboles no dan fruto, sino dólares. No ama la belleza de sus frutos; sus frutos no están maduros para él hasta que se convierten en dólares.“
„Hay mil podando las ramas del mal por uno que golpea en la raíz, y puede que aquel que otorgue la mayor cantidad de tiempo y de dinero a los necesitados sea el que más haga con su modo de vida para producir la miseria que trata de aliviar en vano. Sería como el piadoso dueño de esclavos que dedica las ganancias del décimo esclavo a comprar la libertad de un domingo para los demás. Algunos muestran su amabilidad con los pobres empleándolos en sus cocinas. ¿No serían más amables si se emplearan allí a sí mismos? Os jactáis de gastar la décima parte de vuestros ingresos en la caridad; tal vez deberíais gastar las nueve décimas partes y acabar con ella. La sociedad recupera entonces sólo una décima parte de la propiedad. ¿Se debe a la generosidad del que la posee o a la negligencia de los oficiales de justicia?“
„El mundo no es sino un lienzo para nuestra imaginación.“
„Es tan difícil verse a uno mismo como mirar para atrás sin volverse.“
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