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Patrick Rothfuss
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„Imaginad que la música es una gran ciudad enmarañada, como Tarbean. En los años que pasé viviendo allí, acabé conociendo bien sus calles. No sólo las principales. No sólo los callejones. Conocía atajos y tejados y secciones de las alcantarillas. Gracias a eso, podía moverme por la ciudad como un conejo entre las zarzas. Era rápido, ingenioso, astuto.Denna, en cambio, no había recibido ninguna instrucción. No conocía ningún atajo. Lo lógico habría sido que hubiera deambulado por la ciudad, perdida e impotente, atrapada en un retorcido laberinto de piedra y argamasa.Pero no: ella atravesaba las paredes. No sabía hacer otra cosa. Nadie le había dicho nunca que no pudiera hacerlo. Por eso se movía por la ciudad como un ser feérico. Paseaba por calles que nadie podía ver, y eso hacia que su música fuera salvaje, extraña, libre.“
„Se lavó la cara, las manos y los pies. Eso ayudó. Se sentó largo rato en su silla perfecta. Se deleitó contemplando su hoja perfecta. Respiró el aire maravillosamente normal. Ya no notaba la piel tensa. Su corazón se tornó mantecoso y cálido. Foxen volvía a brillar efusivamente, casi radiante. Auri fue a Caraván y se cepilló el pelo hasta que la humedad y los enredos desaparecieron por completo. Inspiró y soltó el aire con un suspiro. Notaba la“
„Illien. Me gusta esa idea —dijo mi madre—. Vendrían reyes de muy lejos a oír tocar a mi pequeño Kvothe.—Su música pararía las riñas de taberna y las guerras de fronteras —dijo Ben sonriendo.—Mujeres salvajes —añadió mi padre, entusiasmado— posarían los pechos en su cabeza.Hubo un silencio atónito. Entonces mi madre dijo, despacio y con tono amenazante:—Querrás decir «Bestias salvajes posarían la cabeza en su regazo».—Ah, ¿sí?“
„Perdona lo de la nota. Es que no me ha parecido que fueras a volver. —Se encogió de hombros—. Toma. —Me puso una iota de cobre en la mano.Decidí que el tipo no era tan mala persona. Le devolví la sonrisa y, por un instante, casi me sentí culpable por lo que había escrito en el recibo.También me sentí culpable por las tres plumas que le había robado, pero el malestar solo me duró unos segundos. Y como no había ninguna forma conveniente de devolvérselas, antes de marcharme le robé un tintero.“
„La música se explica por sí sola. Es el camino y el mapa que enseña el camino. Es ambas cosas a la vez.“
„La única entrada sobre los Chandrian ocupaba menos de media página:Cerré el libro. «Desalentador e infructuoso» me sonaba de algo.Lo peor no era que ya sabía todo lo que estaba escrito en aquella entrada, sino que era la mejor fuente de información que había descubierto en más de un centenar de largas horas de búsqueda.“
„Hay silencios que ni las palabras pueden ahuyentar.“
„[…] Carter tuvo suerte, eso es todo. Aunque quedó muy malherido. Le he dado cuarenta y ocho puntos. He gastado casi todo el hilo de tripa que tenía. —Kote cogió su cuenco de estofado y prosiguió—: Si alguien pregunta, diles que mi abuelo era un guardia de caravanas que me enseñó a limpiar y coser heridas. Esta noche estaban todos demasiado conmocionados para hacer preguntas, pero mañana algunos sentirán curiosidad. Y eso no me interesa. —Sopló en el cuenco levantando una nube de vaho que le tapó la cara.“
„Salid a pasear un día de principios de invierno, después del primer frío de la temporada. Buscad una charca con una fina película de hielo en la superficie, todavía limpia, intacta y transparente como el cristal. Cerca de la orilla, el hielo aguantará vuestro peso. Deslizaos un poco por él. Más allá. Al final encontraréis el sitio donde la superficie soporta vuestro peso de milagro. Entonces sentiréis lo que sentí yo. El hielo se rompe bajo vuestros pies. Mirad hacia abajo y veréis las blancas grietas recorriendo el hielo como alocadas, complicadas telarañas. No se oye nada, pero notáis la vibración a través de las plantas de los pies. Eso fue lo que pasó cuando Denna me sonrió.“
„El secreto consiste en concentrarte en lo que estás haciendo. No debes mirar al suelo. No debes girar la cabeza. Debes olvidarte del mundo y confiar en que el mundo te devuelva el favor.“
„No hay nada que no pueda explicarse. Si algo se puede entender, se puede explicar. Puede ser que alguien no sepa explicarlo bien. Pero eso solo significa que es difícil explicarlo, no que sea imposible.“
„La poesía es una canción sin música. Y una canción sin música es como un cuerpo sin alma.“
„No se trata de ser o no culpable —razonó Manet—. Un árbol no provoca una tormenta, pero cualquier idiota sabe dónde va a caer el rayo.Wilem asintió con gesto grave.—En mi tierra decimos: el clavo más alto es el que primero recibe el martillazo. —Arrugó el entrecejo—. En siaru suena mejor.“
„A veces los nombres se basan en otros más antiguos. Cuanto más antiguo es el nombre, más cerca está de la verdad.“
„Sentaos y prestad atención, pues voy a cantaruna historia en tiempos remotos forjaday ya olvidada. La historia de un hombre.El orgulloso Lanre, fuerte como la primavera,como el acero de la espada que empuñaba.Os contaré cómo luchó, cayó y se levantó,para caer de nuevo. Esta vez en las sombras.Lo abatió el amor: el amor a su tierra nataly a su esposa Lyra, cuya llamada dicen algunos que atendió,traspasando las puertas de la muertepara pronunciar su nombre con renacido aliento.“
„La pereza es una de mis principales virtudes —dije con desenvoltura—. Si no fuera perezoso, podría tomarme la molestia de traducir edanete tass y ofenderme muchísimo al descubrir que significa «el goteo de los Edena». —Volví a levantar una mano con los dedos corazón y pulgar extendidos—. Pero como lo soy, supondré que se traduce directamente por el nombre de la enfermedad, nemserrea, evitando así cualquier innecesaria tensión en nuestra amistad.“
„¿Es música mágica? -preguntó con los ojos como platos. Volví a reír.-Hay gente que lo cree.“
„Dado que Imre era un refugio para la música y el teatro, quizá penséis que yo pasaba mucho tiempo allí, pero nada podría estar más lejos de la verdad. Solo había estado en Imre una vez. Wilem y Simmon me habían llevado a una posada donde tocaba un trío de hábiles músicos: laúd, flauta y tambor. Pedí una jarra de cerveza pequeña que me costó medio penique y me relajé, dispuesto a disfrutar de una velada con mis amigos…Pero no pude. Apenas unos minutos después de que empezara a sonar la música, casi salí corriendo del local. Dudo mucho que podáis entender por qué, pero supongo que si quiero que esto tenga algún sentido, tendré que explicároslo.No soportaba oír música y no formar parte de ella. Era como ver a la mujer que amas acostándose con otro hombre. No. No es eso. Era como…Era como los consumidores de resina que había visto en Tarbean. La resina de denner era ilegal, por supuesto, pero había partes de la ciudad en que eso no importaba. La resina se vendía envuelta en papel encerado, como los pirulís o los tofes. Mascarla te llenaba de euforia. De felicidad. De satisfacción.Pero pasadas unas horas estabas temblando, dominado por una desesperada necesidad de consumir más, y esa ansia empeoraba cuanto más tiempo llevabas consumiéndola. Una vez, en Tarbean, vi a una joven de no más de dieciséis años con los reveladores ojos hundidos y los dientes exageradamente blancos de los adictos perdidos. Le estaba pidiendo un «caramelo» de resina a un marinero, que lo sostenía fuera de su alcance, burlándose de ella. Le decía a la chica que se lo daría si se desnudaba y bailaba para él allí mismo, en medio de la calle.La chica lo hizo, sin importarle quién pudiera estar mirando, sin importarle que fuera casi el Solsticio de Invierno y que en la calle hubiera diez centímetros de nieve. Se quitó la ropa y bailó desenfrenadamente; le temblaban las pálidas extremidades, y sus movimientos eran patéticos y espasmódicos. Entonces, cuando el marinero rio y negó con la cabeza, ella cayó de rodillas en la nieve, suplicando y sollozando, agarrándose desesperadamente a las piernas del marinero, prometiéndole que haría cualquier cosa que le pidiera, cualquier cosa…Así era como me sentía yo cuando oía tocar a unos músicos. No podía soportarlo. La ausencia diaria de mi música era como un dolor de muelas al que me había acostumbrado. Podía vivir con ello. Pero no soportaba ver cómo agitaban delante de mí el objeto de mi deseo.“
„un hombre sin el beneficio de la educación es poco más que un animal“
„Sintiendo frío, cerré la ventana y recorrí con la mirada la diminuta habitación con su techo inclinado y su estrecha cama. Sorprendido, comprobé que no habría querido estar en ningún otro sitio de los cuatro rincones. Casi me sentía en casa.Quizá a vosotros no os parezca extraño, pero para mí sí lo era. Había crecido entre los Edena Ruh, y para mí, el hogar nunca había sido un lugar. El hogar era un grupo de carromatos y canciones alrededor de una hoguera. Cuando mataron a mi troupe, perdí algo más que a mi familia y a mis amigos de la infancia. Fue como si todo mi mundo hubiera ardido hasta los cimientos.Tras casi un año en la Universidad, empezaba a sentir que pertenecía a ese lugar. Era una sensación extraña, ese cariño a un sitio. En cierto modo era reconfortante, pero el Ruh que llevaba dentro estaba inquieto, pues se rebelaba contra la idea de echar raíces como una planta.Me quedé dormido preguntándome qué habría pensado mi padre de mí.“
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