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Ray Loriga
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„Personalmente creo que uno no debe comer nada que no pueda pronunciar con facilidad.“
„La ficción puede muy bien instalarse en el alma de un hombre hasta destruirla.“
„Hay cosas que no pueden olvidarse, como el ruido de los aviones o el frío en las manos.“
„Me gustaría querer abrazar a la misma mujer que me quiero follar.“
„Las niñas bonitas siempre son las que están más tristes porque saben que hay más tíos dispuestos a hacerles daño.“
„El miedo es como el frío. Una vez que se ha sentido nunca se va del todo.“
„La tristeza no tiene fin. La felicidad si.“
„Un dolor es una ocupación, puedes abandonarte a el sin ningún resentimiento. Es todo lo que tienes que hacer. Perseguir el dolor que viaja entre los nervios hasta el cerebro. Aislarlo ahí y vigilar después cualquier movimiento. Perseguir el efecto de los calmantes también, como la lluvia. Ver que se lleva a su paso y ver que queda.“
„Cuando el cielo se oscureció y aunque no eran más que nubes, tuve la sensación de que todo se terminaba y la sensación de haber sentido lo mismo un millón de veces antes.“
„He olvidado el día de ayer, completamente, como olvidaré el de hoy y después el de mañana.“
„Cuando uno está en Tokio, Tokio está por todas partes..“
„Una negación necesita de un muro, una afirmación apenas precisa un momento de debilidad.“
„Odio los detalles, me aburren. Podría decir que me duelen, pero lo cierto es que me aburren.“
„Si vives en Puerto Rico tienes que andar con cuidado porque de pronto llega un ciclón y te barre del mapa. Como suena, te barre del mapa y nadie, ni tu mejor amigo, vuelve a saber nada de ti.“
„Si te pones a pensar en los sitios donde has estado y la gente con la que has andado, y todas las tonterías que no debías de haber dicho, te mueres.“
„Imagino que pensaron que era lo mejor para mí. Lo que a los demás les parece lo mejor para ti, al final no lo es. Ni lo mejor, ni lo segundo mejor siquiera.“
„Tractores, mi vida, tractores, mira los surcos que dejan. Mientras tú lloras ellas ya le están haciendo llorar a otro. Y hacen bien, y tú tendrías que hacer lo mismo.“
„Me dijo: ‘El ruido de todas las ciudades del mundo no pueden tapar el sonido de mis tacones’, y yo no supe qué coño contestar a eso.“
„Yo no me creo nada, sólo digo que los perros apaleados son los que muerden. – Sí, pero casi nunca a su dueño.“
„Todas las oraciones, las que uno conoce y las que no entiene, están hechas de la misma fe. No la fe en uno mismo, sino la fe en todo lo demás. La fe en el poder de lo ajeno.“
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