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T. Harv Eker
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„Siendo conscientes podemos vivir basándonos en quienes somos hoy en lugar de hacerlo según quienes éramos ayer. De“
„La moraleja es simple: échate al ruedo. Nunca sabes por dónde saldrá el toro.“
„A Richard Bach, en su libro Juan Salvador Gaviota, se le pregunta: «¿Cómo sabré cuándo he completado mi misión?». ¿La respuesta?: «Si sigues respirando es que no has terminado».“
„«La finalidad de nuestra vida es añadir valor a la gente de esta generación y de las siguientes».“
„«Universo, si hay algo grande y bueno que esté llegando a alguien que no se halle dispuesto a tomarlo, ¡mándamelo a mí! Yo estoy abierto y dispuesto a recibir todas tus bendiciones. Gracias». Hago“
„Yo permanezco lo más lejos posible de los que se quejan, porque la energía negativa es infecciosa. Hay“
„Es lo que hay bajo el suelo lo que crea aquello que está por encima de él. Lo que no se ve es lo que crea lo que se ve. Y eso ¿qué significa? Significa que si quieres cambiar los frutos tendrás que modificar primero las raíces“
„Tus pensamientos proceden de los «archivos de información» que tienes en los armarios de tu mente. Y ¿de dónde procede esa información? Lo hace de tu programación pasada. Así es: tu condicionamiento pasado determina cada pensamiento que brota de tu mente. Por eso a menudo se la denomina la «mente condicionada». Para reflejar esto, podemos corregir la fórmula del Proceso de Manifestación dejándola de la siguiente forma: Pro → Pen → S → A = R Tu programación lleva a tus pensamientos; éstos a tus sentimientos; tus sentimientos, a tus acciones, y tus acciones, a tus resultados.“
„Si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces. Si“
„Tu mente es la mayor guionista de «culebrones» de la historia: se inventa relatos increíbles, generalmente basadas en dramas y desastres, de situaciones que jamás han ocurrido y probablemente nunca ocurrirán. Mark Twain lo dijo de la mejor forma: «He tenido miles de problemas en mi vida, la mayoría de los cuales nunca sucedieron en realidad».“
„«Lo que oyes lo olvidas, lo que ves lo recuerdas, lo que haces lo entiendes».“
„Parte de tu misión en la vida debe ser, pues, compartir tus dones y tu valía con la máxima gente posible. Eso“
„¿Cuál es tu aptitud para actuar a pesar del miedo, a pesar de la preocupación, a pesar de los inconvenientes, a pesar de las molestias? ¿Eres“
„Recuerda, para desarrollarte hasta tu máximo potencial, debes vivir siempre al borde de tu caja.“
„Si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces. Si quieres cambiar lo visible, antes deberás transformar lo invisible.“
„Si no aprecias lo que tienes, no obtendrás nada más y no necesitas más.“
„PRINCIPIO DE RIQUEZA: ¡Tus ingresos pueden crecer únicamente hasta donde crezcas tú!“
„tu mundo exterior es simplemente un reflejo de tu mundo interior. Si“
„«Allí donde se dirige la atención, fluye la energía y aparecen los resultados».“
„Déjame ponerte otro ejemplo de un incidente concreto, uno que me resulta más próximo. Cuando mi esposa tenía ocho años y oía el sonido de las campanillas del camión de los helados bajando por la calle, corría hacia su madre y le pedía una moneda de veinticinco centavos. Su madre contestaba: «Lo siento, cariño, yo no tengo dinero. Ve a pedírselo a papá. Es papá el que tiene todo el dinero». Entonces mi esposa iba a pedírselo a su padre. Éste le daba la moneda, ella iba a comprarse el helado de cucurucho y tan campante. Una semana tras otra se repetía el mismo suceso. Así pues, ¿qué aprendió mi esposa sobre el dinero? En primer lugar, que son los hombres los que tienen todo el dinero. De modo que, una vez que estuvimos casados, ¿qué crees que esperaba de mí? Exacto: dinero. Y ¿sabes qué?, ¡ya no pedía monedas de veinticinco centavos! En cierto modo, se había licenciado. En segundo lugar, aprendió que las mujeres no tienen dinero. Si su madre (la deidad) no lo tenía, era obvio que así es como debería ser ella. Y para validar ese modo de ser se deshacía de forma inconsciente de todo su dinero. Además, lo hacía con absoluta precisión: si le dabas 100 dólares se gastaba 100 dólares; si le dabas 200, se gastaba 200; si le dabas 500, se gastaba 500, y si le dabas 1000, se gastaba 1000. Luego se apuntó a uno de mis cursos y aprendió todo acerca del arte del «apalancamiento» financiero. Entonces le di 2000 dólares, ¡y se gastó 10.000! Traté de explicarle: «No, cariño, «apalancamiento» significa que somos nosotros los que se supone que debemos obtener los 10.000 dólares, no gastarlos». Indudablemente había algo que no estaba asimilando.“
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