Página de inicio » Quote » Arthur Rimbaud » „¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,muerta cuando eras niña, llevada por el río!Y es que los fríos vientos que caen de Noruegate habían susurrado la adusta libertad.Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,en tu mente traspuesta metió voces extrañas;y es que tu corazón escuchaba el lamentode la Naturaleza —son de árboles y noches.Y es que la voz del mar, como inmenso jadeorompió tu corazón manso y tierno de niña;y es que un día de abril, un bello infante pálido,un loco misterioso, a tus pies se sentó.Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca!Te fundías en él como nieve en el fuego;tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.—Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.“
„¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,muerta cuando eras niña, llevada por el río!Y es que los fríos vientos que caen de Noruegate habían susurrado la adusta libertad.Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,en tu mente traspuesta metió voces extrañas;y es que tu corazón escuchaba el lamentode la Naturaleza —son de árboles y noches.Y es que la voz del mar, como inmenso jadeorompió tu corazón manso y tierno de niña;y es que un día de abril, un bello infante pálido,un loco misterioso, a tus pies se sentó.Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca!Te fundías en él como nieve en el fuego;tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.—Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.“