„El hombre antiguo, y no hablo del hombre de hace dos mil años, hablo de nuestros bisabuelos, sabía que muchos niños morían al nacer, y a veces también sus madres; que había pestes y guerras y virus… El hombre antiguo conocía el sufrimiento, y eso lo hacía mejor. Cosas como la caridad, la compasión, la generosidad, existían porque el hombre que sufre puede ser solidario, sabe que el sufrimiento le puede tocar a cualquiera. Ahora, como creemos que el dolor es para los otros, nadie se preocupa hasta que le toca. Resumiendo: cuando sabes que no hay solución, cuando no te crees eso que dice la gente ahora de «esto no puede ser, esto tiene que terminar…», cuando sabes que el horror puede durar lo que dure, cuando recuerdas que Sarajevo puede durar siete años, que el sida aparece y no hay modo de frenarlo, y que lleva ya muchos años y puede seguir muchísimos más… Cuando compruebas que no hay solución o que si la hay no está al alcance de los hombres, entonces te enfrentas con otro hecho, que la única solución es el consuelo. La `filosofía´. Por eso no nos queda otra que ir a los clásicos, a la Antigüedad, a los viejos maestros, que no solucionan, pero te confortan.“

Tags: