„Enséñale a que nunca, jamás, diga tonterías del calibre «mi dinero es mío y el suyo de los dos». Es mezquino. Y peligroso: semejante actitud significa que potencialmente tendrás que aceptar otras ideas igual de dañinas. Enséñale que un hombre NO tiene la obligación de proveer. En una relación sana, dicha responsabilidad recae en quien pueda satisfacerla.“

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