„Eso de la lavada de las manos es una manía que me viene de la infancia, de la educación familiar. Cada que cogíamos una moneda, mi mamá nos decía: «Vaya lávese las manos m’hijo, que tocó plata». (Allá a los niños les hablan de «usted».) De unos niños educados así, ¿qué se podía esperar? Puros pobres. Me hubieran educado en la escuela del PRI, y hoy estaría millonario. ¡Pero qué iba a haber allá PRI! Medellín era una ciudad encerrada entre montañas, lejos del mundo y sus adelantos. Y mi mamá viendo microbios por todas partes como si fuera bacterióloga.“

Tags: