„Yo, por ejemplo, nunca uso el verbo «escuchar», que significa oír con atención. ¿Y por qué? Porque no me gusta, porque no lo necesito, porque está de moda. A mí con «oír» me basta porque me sirve tanto para un trueno como para un discurso. Si el presidente escucha un trueno, yo lo oigo. El presidente es un atropellador del idioma, un ignorante, un abusivo, un vivo: yo ya estoy muerto.“

Tags: