„Seis meses después del primer encuentro, se vieron por fin en el camarote de un buque fluvial que estaba en reparación de pintura en los muelles fluviales. Fue una tarde maravillosa. Olimpia Zuleta tenía un amor alegre, de palomera alborotada, y le gustaba permanecer desnuda por varias horas, en un reposo lento que tenía tanto amor como el amor. El camarote estaba desmantelado, pintado a medias, y el olor a trementina era bueno para llevárselo en el recuerdo de una tarde feliz.“

Tags: