„En este mundo hay gente que a pesar de estar dotados de un talento excepcional son incapaces de realizar el esfuerzo necesario para sistematizarlo, y su talento se acaba malogrando. He visto a varias personas a quienes les sucedío esto. Al principio, uno piensa son genios. Uno se siente abrumado, piensa que no les llegas a la suela del zapato. Pero eso es todo. No son capaces de ir un paso más allá. ¿Por qué? Porque no se esfuerzan. Porque jamás les han inculcado el sentido de la disciplina. Porque los han estropeado. Desde niños, han tenido tanto talento que han conseguido hacer las cosas sin esforzarse, y la gente los ha ido alabando por ello, diciendoles lo extraordinarios que son. Y acaban concibiendo el tesón como una estupidez. Ningún profesor los ha enseñado a disciplinarse y en consecuencia pierden un elemento necesario en la formación del ser humano… Están acostumbrados a recibir elogios desde pequeños y no los aprecian. Basta con una alabanza justa en el momento preciso y en no presionarlos.“

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