„… Pude comprobar que el tiempo y el terremoto hicieron estragos en mi virilidad y que ya no tenía fuerzas para rodear la cintura de una robusta muchacha y alzarla sobre la grupa de mi caballo, y, mucho menos, quitarle la ropa a zarpazos y penetrarla contra su voluntad. Estaba en la edad en que se necesita ayuda y ternura para hacer el amor. Me había puesto viejo, carajo.“

— Isabel Allende

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„En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.“
— Oscar Wilde
„Nat me ayudó a aceptar el hecho de que existen fuerzas más poderosas que mi voluntad, fuerzas incluso más poderosas que el amor.“
— Isabel Allende
„¡Amor, ayuda al deseo, puesto que me pusiste en él!“
— Miguel de Cervantes
„Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo" García Márquez. El amor en los tiempos del Cólera. pg. 217“
— Gabriel García Márquez
„Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo“
— Gabriel García Márquez
„La verdadera virilidad significa una voluntad fuerte guiada por una conciencia delicada.“
— Aldous Huxley
„Nada más peligroso, cuando se necesita ayuda, que recibir ayuda.“
— Alejandra Pizarnik
„Estaba demasiado oprimido por los estragos del tiempo para pensar en nadie.“
— Gabriel García Márquez
„Tal vez no hicieron nada que no hubieran hecho con otros, pero es muy distinto hacer el amor amando.“
— Isabel Allende
„La pérdida de nuestras fuerzas es debida más bien a los vicios de la juventud, que a los estragos de los años.“
— Cicerón
„A la fuerza se acababa aprendiendo, por supuesto. El problema era que, en aquel tiempo y circunstancias, podía no llegarse a vivir lo suficiente para aprender un carajo. Tic“
— Arturo Pérez-Reverte
„Es joven por su edad, pero en experiencia viejo.“
— William Shakespeare
„Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos y la descuartizó como a un pajarito. Capítulo 5, Cien Años de Soledad“
— Gabriel García Márquez