„Lo único que va a sanarte es el amor, siempre que le des cabida.“
— Isabel Allende
„Si me arrepiento de algo, es muy probable que sea mi buen comportamiento. ¿Qué demonio me ha poseído, que me porté tan bien?“
— Henry David Thoreau
„Al bien hacer jamás le falta premio.“
— Miguel de Cervantes
„Bien lo sabes: ese demonio cobarde que llevas dentro a quien complace juntar las manos y cruzar los brazos, y sentirse más cómodo — ese demonio cobarde te dice: ¡Existe un Dios!“
— Friedrich Nietzsche
„Si Dios jamás puede crear tanto que no pueda crear aún más, jamás puede crear aquello que puede crear.“
— Baruch Spinoza
„Jamás me habría cansado de ti. Entre nosotros Había algo muy especial. Lo sé muy bien. No puedo explicarlo con palabras. Pero estaba ahí. Y era algo muy valioso, muy importante. Deberías de saberlo tú también.“
— Haruki Murakami
„No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos. Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debe romperlos.“
— Abraham Lincoln
„¿Pensar? ¿¡Cómo demonios se supone que puedo pensar y batear al mismo tiempo!?“
— Yogi Berra
„Nada se pierde realmente jamás, ni puede perderse.“
— Walt Whitman
„La soledad es un estado de ánimo, pero puede convertirse en un vicio. Le confieso que, a lo largo de mis treinta y ocho años, las pocas veces que me he quedado sin soledad, la he hechado de menos. Le advierto, sin embargo, que no es ése el caso actual. Esta vez la soledad me pesa como suele pesarle el vicio al adicto.“
— Mario Benedetti
„Sólo siendo absolutamente libre se puede bailar bien, se puede hacer bien el amor y se puede escribir bien. Actividades todas ellas importantísimas.“
— Rosa Montero
„La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.“
— Nicolás Maquiavelo
„Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.“
— William Faulkner
„Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien.“
— Virginia Woolf
„Bien podría ser que Lisboa, contrario de lo que parecía, no fuera ciudad, sino mujer, y la perdición solo amorosa, si el restrictivo adverbio tiene cabida aquí, si no es ésa la única y feliz perdición.“
— José Saramago