Página de inicio » Quote » Mario Vargas Llosa » „Detrás de sus pestañas, el Generalísimo observó cómo se descomponían de envidia las caras de Virgilio Álvarez Pina, de la Inmundicia Viviente, de Paíno Pichardo y de los generales. Sufrían. Pensaban que el nimio, el discreto poeta, el delicuescente profesor y jurista acababa de ganarles unos puntos en la eterna competencia en que vivían por los favores del Jefe, por ser reconocidos, mencionados, elegidos, distinguidos sobre los demás. Sintió ternura por estos diligentes vástagos, a los que tenía viviendo treinta años en perpetua inseguridad. —No“
„Detrás de sus pestañas, el Generalísimo observó cómo se descomponían de envidia las caras de Virgilio Álvarez Pina, de la Inmundicia Viviente, de Paíno Pichardo y de los generales. Sufrían. Pensaban que el nimio, el discreto poeta, el delicuescente profesor y jurista acababa de ganarles unos puntos en la eterna competencia en que vivían por los favores del Jefe, por ser reconocidos, mencionados, elegidos, distinguidos sobre los demás. Sintió ternura por estos diligentes vástagos, a los que tenía viviendo treinta años en perpetua inseguridad. —No“