„El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo.“
— Federico García Lorca
„Ni tan rápido que alcances la muerte ni tan lento que ella te alcance a ti.“
— Alejandro Jodorowsky
„Alcanzó la sabiduría quien supo morir tan seguro como nació.“
— Lucio Anneo Seneca
„Nada nos proporciona dignidad tan respetable, ni independencia tan importante como el no gastar más de lo que ganamos.“
— Lucio Anneo Seneca
„«Nada es tan implacable ni tan cruel como la envidia; y, sin embargo, en despertarla es en lo que principalmente nos esforzamos, de manera constante.“
— Arthur Schopenhauer
„Si lo cercano se halla tan lejos, es que la amplitud de su vida ha crecido mucho y alcanza ya las estrellas.“
— Rainer Maria Rilke
„Esta es mi soledad, a donde no alcanza la envidia, sí, mi orgullo, tan simple como desnudarme ante el sol…“
— Luis Alberto Costales
„El culto a la vida es también culto a la muerte.“
— Octavio Paz
„Jamás en el ámbito de los conflictos humanos, tantos han debido tanto a tan pocos.“
— Winston Churchill
„No es preciso esforzarse en respetar a quien merece respeto; tan sólo se le paga lo que es debido.“
— Ayn Rand
„Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.“
— Oscar Wilde
„Que los elefantes sean tan inteligentes y los hombres tan bestias debe ser debido a una cuestión de educación.“
— Alexandre Dumas (padre)
„El hombre se hace civilizado no en proporción a su disposición para creer, sino en proporción a su facilidad para dudar.“
— Henry Louis Mencken
„Todas esas fantasmagorías son casi tan bellas como los ojos de mi hermosa amada, la locuela monstruosa de ojos verdes.“
— Charles Baudelaire
„Llegué a abominar de mi cuerpo, llegué a sentir que dos ojos, dos manos, dos pulmones, son tan monstruosos como dos caras.“
— Jorge Luis Borges