Citas

„Ama tu soledad y soporta el sufrimiento que te causa.“
— Rainer Maria Rilke
„El cansancio ronca sobre los guijarros, en tanto que la tarda pereza halla dura la almohada de plumas.“
— William Shakespeare
„No —respondió Zarathustra—, yo no doy limosna. No soy lo bastante pobre como para dar limosna.“
— Friedrich Nietzsche
„Variante: «Ni dirán: ‘¡Miren acá!’, o, ‘¡Allá!’. Porque, ¡miren!, el reino de Dios está en medio de ustedes”. Lucas 17:21“
— Jesús de Nazaret
„La razón por la que tienes que ponerte un uniforme y matar a un hombre que no conoces sólo por un trozo de pan, es un misterio para mí.“
— Henry Miller
„La música debe hacer brotar sangre del corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer.“
— Ludwig Van Beethoven
„No puedo esperar a que el Medio Oriente explote de odio antiguo y armas modernas. ¡Ese es mi tipo de espectáculo, hermano!“
— George Carlin
„creen en Dios sólo porque ignoran que hace mucho tiempo que Dios ha dejado de creer en ellos.“
— Mario Benedetti
„Insistió, queriendo alguna certidumbre y sin saber cómo plantear una materia que le resbalaba de las palabras y las ideas.“
— Julio Cortázar
„… el único objetivo de la Escritura era enseñar la obediencia.“
— Baruch Spinoza
„pero cuando llegó el momento de hacerlo, la piel de mi muñeca parecía tan blanca e indefensa que no pude. era como si lo que yo quería matar no estuviera en esa piel ni en el ligero pulso azul que saltaba bajo mi pulgar, sino en alguna parte, más profunda, más secreta y mucho más difícil de alcanzar.“
— Sylvia Plath
„Kane es tan cabezón que le tejen los jerseys puestos.“
— Héctor del Mar
„El Justicialismo ha dejado de ser la causa de un hombre para ser la causa del pueblo, y por ella sí valdría la pena darlo todo, incluso la vida.“
— Juan Domingo Perón
„He pasado la mejor noche de mi vida, pero no ha sido ésta.“
— Groucho Marx
„Solamente el individuo que no se encuentra atrapado en la sociedad puede influir en ella de manera fundamental.“
— Jiddu Krishnamurti
„Cuídate y desconfía, mi querida Catherine, de quien pretenda robarte el corazón.“
— Jane Austen
„Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable; pero dejad que las malas noticias se revelen por sí solas.“
— William Shakespeare
„Me gustaría eliminar a todos los sexistas, racistas y homófobos de nuestro público. Sé que están ahí, y eso me fastidia.“
— Kurt Cobain
„Creo que puedo, sé que puedo.“
— Kurt Cobain
„Nada era difícil una vez decidido, un tren nocturno, un primer barco, otro barco viejo y sucio, la escala en Rynos, la negociación interminable con el capitán de la falúa, la noche en el puente, pegado a las estrellas, el sabor de anís y del carnero, el amanecer entre las islas.“
— Julio Cortázar
„Es menester reír aún sin haber encontrado la felicidad, no sea que muramos sin haber reído nunca.“
— Jean de La Bruyere
„Decir que uno puede amar a una persona por toda una vida es como declarar que una vela puede mantenerse prendida mientras dure su existencia.“
— León Tolstói
„Si la ciudad se perjudica no hay que irritarse con quien la perjudica, por el contrario hay que señalarle qué es lo que le pasó desapercibido.“
— Marco Aurelio
„Mi hija no nació con una cuchara de plata en la boca, pero ahora tiene una.“
— Eminem
„Pues porque a la gente le gusta la conversación por la conversación misma, aunque no diga nada“
— Miguel de Unamuno
„Al prin­ci­pio se creó el Uni­ver­so.Esto hizo que mucha gente se ca­brea­ra y fue re­co­no­ci­do de forma ge­ne­ra­li­za­da como una pé­si­ma idea.“
— Douglas Adams
„Yo soy dueño de mi destino, yo soy capitán de mi alma».“
— Héctor del Mar
„No es que pueda vivir, es que quiero. Es que yo quiero. La vieja carne al fin, por vieja que sea. Porque si la memoria existiera fuera de la carne no sería memoria porque no sabría de qué se acuerda y así cuando ella dejó de ser, la mitad de la memoria dejó de ser y si yo dejara de ser todo el recuerdo dejaría de ser. Sí, pensó. Entre la pena y la nada elijo la pena.“
— William Faulkner
„Si le enseñas algo a un hombre, jamás lo aprenderá“
— George Bernard Shaw
„No me sentía culpable de romper las promesas que me había hecho a mi mísmo, tales solo existen para los que aceptan lo corriente. Uno que ha palpado la perfección en su aprendizaje no necesita esa clase de promesas.“
— Richard Bach