Citas

„No me temblará la mano a la hora (…)“
— Francisco Franco
„Los hombres deberían saber que del cerebro y nada más que del cerebro vienen las alegrías, el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones.“
— Hipócrates
„Los hechos no dejan de existir porque se los ignore.“
— Aldous Huxley
„Dicho del ProfetaIntimidadQuien invade la intimidad de las personas, las corrompe.“
— Idries Shah
„Podían averiguar hasta el último detalle de lo que habías hecho, dicho o pensado; pero el interior de tu corazón, cuyo funcionamiento era un misterio incluso para ti, seguía siendo inexpugnable.“
— George Orwell
„Cuando me fui de Chile (1975), yo creía que era una celebridad, porque tenia un programa de televisión, donde iba la gente me reconocía en la calle.“
— Isabel Allende
„Ante todo nadie poseerá casa propia excepto en caso de absoluta necesidad.“
— Platón
„Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.“
— Victor Hugo
„La ingratitud humana no tiene límites.“
— Gabriel García Márquez
„Los altos quieren quedarse donde están; los medianos quieren arrebatarle su puesto a los altos; los bajos quieren abolir todas las distinciones y crear una sociedad en la que todos sean iguales.“
— George Orwell
„Todas las medidas emprendidas en nombre del “rescate de la economía” se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres.“
— Zygmunt Bauman
„Sin duda, podrían saber hasta el más pequeño detalle todo lo que uno hubiera hecho, dicho o pensado; pero el fondo del corazón, cuyo contenido era un misterio incluso para su dueño, se mantendría siempre inexpugnable.“
— George Orwell
„Lo que cuenta no son los hombres en mi vida, sino la vida en mis hombres“
— Mae West
„… el judaísmo no dejaba de ser una etiqueta,…“
— Markus Zusak
„Si con dar un solo golpe se atajaran las consecuencias y el éxito fuera seguro…, yo me lanzaría de cabeza desde el escollo de la duda al mar de una existencia nueva.“
— William Shakespeare
„Ese era el peligro del terrorismo: la astucia de un solo individuo camuflado en la multitud contra la fuerza titánica de la nación más poderosa del mundo.“
— Isabel Allende
„Hoy me he sorprendido sin el permiso de mis labios.“
— Alejandro Sanz
„Víctimas. Víctimas de un período de transición de la moral. Eso es lo que ambos somos.“
— Osamu Dazai
„Sólo aquí, en el mundo de los Soviets, en el campo del socialismo, se ha logrado arrancar de raíz la opresión y establecer la confianza recíproca y la fraternal colaboración de los pueblos. Durante decenas de años, la democracia capitalista procura resolver las contradicciones nacionales intentando hacer compatibles los intereses del libre desarrollo de las nacionalidades con el sistema de explotación. Pero esto no se ha logrado hasta ahora, ni se logrará jamás.“
— Iósif Stalin
„Quien huye de las obligaciones sociales es un desertor.“
— Marco Aurelio
„No subas tan alto, pensamiento loco,que el que más alto sube más hondo cae.“
— Rosalía de Castro
„¡Bah; déjame en paz!—concluyó cada vez más irritado con mi tranquilidad, que era para él otra manifestación de orgullo. Cada“
— Horacio Quiroga
„Esa polilla de la voluntad que llamamos lástima.“
— Benito Pérez Galdós
„Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.“
— Aristoteles
„El 23 de agosto de 1974 a las 9:00 vi un OVNI“
— John Lennon
„Estar cerca de la violencia es igual que te pasen de golpe papel lija por el corazón.“
— John Katzenbach
„El que no hace más que huir del castigo y buscar la recompensa que dispensan otros, según normas establecidas por ellos, no es mejor que un pobre esclavo.“
— Fernando Savater
„La soledad es una opción, no un castigo“
— Ruth Baza
„Era una vista impresionante, digna de ser recortada con tijeras y clavarla con alfileres en la pared de los recuerdos.“
— Haruki Murakami
„el simple hecho de correr una hora todos los días, asegurándome con ello un tiempo de silencio sólo para mí, se convirtió en un hábito decisivo para mi salud mental. Al menos cuando corría no tenía que hablar con nadie ni que escuchar a nadie. Bastaba con contemplar el paisaje que me rodeaba y mirar hacia mi interior.“
— Haruki Murakami