„El plan de Dios es que experimentemos un amor alimentado por su propio amor y practicado con sus límites prescritos. Piense a qué se parece el amor aparte de Dios. Millones de vidas son lastimadas diariamente en el nombre del amor, incluso hasta unas pocas vidas probablemente devastadas en su escuela hoy por desagradables notas para romper relaciones amorosas que son dejadas en las taquillas. El amor quizás haga que el mundo gire, pero el amor erróneo nos da mareos. El amor está en el corazón del gran plan de Dios para nosotros y nuestro mundo. La intención de Dios es que experimentemos su amor: un amor sagrado. Tenemos el tipo de amor correcto para pasar a otros cuando experimentamos su amor (1 Juan 4.19). ¿Qué tiene que ver todo esto con el sufrimiento? Todo. Como ve, cuando los escépticos afirman que un Dios bueno nos haría escoger solamente el bien, ignoran completamente lo que es el bien a los ojos de Dios. El bien comprende una elección. Es una vida voluntariamente y totalmente vivida para Dios aun cuando esa decisión es dura y costosa. Es un amor de Dios y para Dios que nos lleva a través de las más duras batallas de la vida. Cometemos un error mortal cuando pensamos que un amor aparte de Dios es todo lo que necesitamos para conducirnos a través de los momentos duros de la vida.“

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