„¡Oh, Cristo, Hijo de Dios eterno, salva mi anima! ¡El hacha! ¡El hacha!; la hoguera no!“
— Miguel Servet
„Prudente padre es el que conoce a su hijo.“
— William Shakespeare
„Desapareció la luna y empezó a clarear el día. Habían terminado ya la primera tanda cuando el hijo mayor, Akim, en pelliza corta y gorro, se acercó a los que trabajaban.-¡Tú sí que te lo tomas con calma! -le gritó el padre, dejando de golpear y apoyándose en el mayal.-Tenía que atender a los caballos.-¡Atender a los caballos! -dijo el padre remedándole- La vieja cuidará de eso. Tú coge un mayal. Te estás poniendo demasiado gordo. ¡Borrachín!-¿Eres tú el que me pagas la bebida? -gruñó el hijo.-¿Qué? -dijo el padre, frunciendo el ceño y blandiendo el mayal con aire de amenaza.El hijo, sin decir palabra, cogió el mayal y la faena se reanudó.“
— León Tolstói
„El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo.“
— Miguel de Cervantes
„Dios no es el mar, está en el mar, riela“
— Antonio Machado
„Padre e hijo no se amaban, ni poco ni mucho: simplemente se veían todos los días“
— José Saramago
„El único amor perfecto en este mundo es aquel del padre por su hijo.“
— Enzo Ferrari
„El hombre es hijo de su pasado mas no su esclavo, y es padre de su porvenir.»“
— Viktor Frankl