„Que el ciudadano obedezca respetuosamente a los magistrados, que el magistrado obedezca ciegamente a las leyes.“
— Mariano Moreno
„El legislador debe ser el eco de la razón, y el magistrado el eco de la ley.“
— Pitágoras
„No es la forma de gobierno lo que constituye la felicidad de una nación, sino las virtudes de los jefes y de los magistrados.“
— Aristoteles
„… cuando los hombres, atizados por la superstición, comienzan a disputar, y ambos bandos cuentan con el apoyo de los magistrados, es imposible que se apacigüen, sino que es inevitable que se dividan en sectas.“
— Baruch Spinoza
„Leyes demasiado suaves nunca se obedecen; demasiado severas, nunca se ejecutan.“
— Benjamin Franklin
„A quienes tienen un modo de ser bien ordenado, la vida les resulta asimismo ordenada.“
— Demócrito
„Es preciso preferir la soberania de la ley a la de uno de los ciudadanos.“
— Aristoteles
„Ahora bien, el Estado no puede subsistir más que con leyes que obliguen a todo el mundo; pues, si todos los miembros de una sociedad quieren eximirse de las leyes, disolverán ipso facto la sociedad y destruirán el Estado.“
— Baruch Spinoza
„El único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley.“
— Aristoteles
„Mientras que, en los Estados gobernados por un príncipe asistido por siervos, el príncipe goza de mayor autoridad: porque en toda la provincia no se reconoce soberano sine a él, y si se obedece a otro, a quien además no se tienen particular amor, sólo se lo hace per tratarse de un ministro y magistrado del principe.“
— Nicolás Maquiavelo
„Por lo que respecta a la política, la diferencia entre Hobbes y yo, sobre la cual me pregunta usted, consiste en que yo conservo siempre incólume el derecho natural y en que yo defiendo que, en que en cualquier estado, al magistrado supremo no le competen más derechos sobre los súbditos que el que corresponde a la potestad con que él supera al súbdito, lo cual sucede siempre en el estado natural.“
— Baruch Spinoza
„Nada viaja a mayor velocidad que luz con la posible excepción de las malas noticias las cuales obedecen a sus propias leyes.“
— Douglas Adams