Página de inicio » Quote » Stephen King » „La Torre fija en la retinade su ojo mental como un negro friso, y, de pronto, silencio;desaparecida la silueta, desaparecidos incluso los latidos de su propio corazón, mientras el caballetecedía más y más, iniciando su lenta danza final hacia las profundidades, desprendidos sus soportes,agarrada la mano al rocoso e iluminado borde de la condenación; y, tras él, el chico hablando desde muypor debajo, demasiado por debajo, interrumpió el horrible silencio.—Váyase, pues. Existen otrosmundos aparte de éste.“
„La Torre fija en la retinade su ojo mental como un negro friso, y, de pronto, silencio;desaparecida la silueta, desaparecidos incluso los latidos de su propio corazón, mientras el caballetecedía más y más, iniciando su lenta danza final hacia las profundidades, desprendidos sus soportes,agarrada la mano al rocoso e iluminado borde de la condenación; y, tras él, el chico hablando desde muypor debajo, demasiado por debajo, interrumpió el horrible silencio.—Váyase, pues. Existen otrosmundos aparte de éste.“