Página de inicio » Quote » Thomas Hardy » „Y al fin el octavo día llegó. La vaca había dejado de dar leche para el resto del año, y Bathsheba Everdene no volvería a subir la colina. Gabriel había alcanzado un punto en su existencia que jamás habría podido imaginar poco antes. Disfrutaba diciendo « Bathsheba» en privado, en lugar de silbar; y empezó a gustarle más el pelo negro, pese a que desde niño se había jurado fiel al castaño, distanciándose de los demás hasta ocupar a sus ojos un espacio insignificante. El amor es una fuerza posible que nace de una debilidad real.“
„Y al fin el octavo día llegó. La vaca había dejado de dar leche para el resto del año, y Bathsheba Everdene no volvería a subir la colina. Gabriel había alcanzado un punto en su existencia que jamás habría podido imaginar poco antes. Disfrutaba diciendo « Bathsheba» en privado, en lugar de silbar; y empezó a gustarle más el pelo negro, pese a que desde niño se había jurado fiel al castaño, distanciándose de los demás hasta ocupar a sus ojos un espacio insignificante. El amor es una fuerza posible que nace de una debilidad real.“