„Yo no he de morir, pero tengo matarme», y antes que pudiera reaccionar, la singularidad de esta idea absurda se posesionó vorazmente de mi voluntad.»No he de morir, no… yo no puedo morir…, pero tengo que matarme.»¿De dónde provenía esta certeza ilógica que después ha guiado todos los actos de mi vida?Mi mente de despejó de sensaciones secundarias; yo sólo era un latido de corazón, un ojo lúcido y abierto al serenísimo interior.»No he de morir, pero tengo que matarme.“

Tags: