„Grace sintió una oleada de pesar al verlo así y deseó poder reconfortarlo. Quería ayudarlo más que nunca.De hecho, quería… Lo quería a él. Y punto.Se quedó con la boca abierta cuando el verdadero significado de sus pensamientos se abrió camino en su mente. Lo amaba.Lo amaba profunda, verdadera y locamente.¿Cómo no iba a amarlo?Con el corazón desbocado, Grace recorrió los libros del vestidor con la mirada. Los recuerdos la asaltaron: Julian la noche que apareció y se le ofreció; Julian haciéndole el amor en la ducha; Julian tranquilizándola, haciéndola reír; Julian bajando por la trampilla del ascensor para rescatarla; Julian tumbado en la cama con la rosa, observándola mientras ella descubría sus regalos.Selena tenía razón. Era el mayor de los tesoros y no quería dejarlo marchar nunca.“

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