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Relacionado con: abajo
„Llegué abajo con las piernas temblando y pregunté por qué no había parado el viento antes que me alcanzase.“
„nuestras glorias y nuestras tristezas deja de ser importantes, aquello que conquistamos o perdemos queda abajo, desde lo alto de la montaña, tu ves como el mundo es grande y los horizontes anchos…“
„«Intenta lo imposible. No empieces por abajo, porque ya estás abajo. Sube rápidamente antes de que quiten la escalera. Si tienes miedo, reza, pero sigue adelante.»“
„Flotan —gruñó la cosa—, flotan, Georgie. Y cuando estés aquí abajo, conmigo, tú también flotarás.“
„Sonidos de arañazos, señor, suena como si ella aún estuviese viva allá abajo tratando de abrirse camino con las uñas hasta la tierra de los vivos, eso parece.“
„Zihuatanejo —lo dijo pronunciando la palabra con una lentitud musical—. Allá abajo, en México. Es un pequeño lugar que queda a unos treinta kilómetros de Playa Azul. Unos ciento sesenta kilómetros al noroeste de Acapulco, en la costa del Pacífico. ¿Sabes lo que dicen los mexicanos del Pacífico? Le dije que no lo sabía.—Dicen que no tiene memoria. Y precisamente por eso. Red, quiero acabar allí mis días. En un lugar cálido y sin memoria.“
„Se puede vivir con el miedo […] Tal vez no eternamente, pero sí mucho tiempo. En cambio, con la ofensa no se puede vivir, porque abre una grieta en tu pensamiento y si miras dentro de ella ves que allí hay cosas vivas, cosas con ojos amarillos que no parpadean y que huele muy mal en esa oscuridad. Y al cabo de un rato acabas por pensar que tal vez haya todo un universo distinto allá abajo, un universo donde hay una luna cuadrada en el cielo, donde las estrellas ríen con voces frías; un universo donde algunos triángulos tienen cuatro lados y otros cinco […]“
„Pondremos nuestros pies en las estrellas y colgaremos cabeza abajo de la luna“
„El amor es lo que mueve el mundo. Es la única cosa que permite a hombres y mujeres seguir en pie en un mundo donde la gravedad siempre parece estar queriendo derribarlos, llevarlos hacia abajo, hacerles arrastrarse.“
„Auri asintió y contempló la noche estrellada y la luna creciente. —También me gusta cuando está nublado. Pero hoy está bien. Es acogedor. Como la Subrealidad. —¿La Subrealidad? —pregunté. Auri nunca estaba tan habladora. —Vivo en la Subrealidad —respondió Auri con desenvoltura—. Es muy grande. —¿Te gusta vivir allá abajo? Se le iluminaron los ojos. —Dios mío, claro que sí. Es maravilloso. Puedes pasarte una eternidad mirando.“
„Dio un pisotón. Deseó que aquella cosa glotona tuviera diarrea durante una semana. Deseó que se cagara de arriba abajo y de abajo arriba, y que luego se cayera por una grieta y perdiera su nombre y se muriese sola y vacía y hueca en la oscuridad furiosa.“
„[…] ¿Están las cosas tan mal como parece? ¿O me he vuelto viejo, como mi padre, y a todo le encuentro un sabor amargo comparado con cuando era niño?Kote se entretuvo frotando la barra, como si se resistiera a hablar.—Creo que las cosas siempre van mal de un modo u otro —declaró—. Quizá sea que solo nosotros, los mayores, nos damos cuenta.Graham fue a asentir, pero frunció el entrecejo.—Pero tú no eres mayor, ¿no? Siempre se me olvida. —Miró de arriba abajo al pelirrojo—. Es decir, te mueves como un viejo y hablas como un viejo, pero no lo eres, ¿verdad? Calculo que tendrás la mitad de mis años. —Lo miró entornando los ojos—. ¿Qué edad tienes, por cierto?—La suficiente para sentirme viejo —contestó el posadero con una sonrisa que denotaba cansancio.“
„Bast, de pie en el umbral, casi danzaba de irritación. Al ver acercarse a Kote, echó a correr calle abajo agitando, furioso, un pedazo de papel.—¿Una nota? ¿Te escapas y me dejas una nota? —dijo en voz baja, pero furioso—. ¿Por quién me has tomado, por una ramera de puerto?Kote se dio la vuelta y sacudió los hombros hasta depositar el cuerpo inerte de Cronista en los brazos de Bast.—Sabía que lo único que harías sería discutir conmigo, Bast.Bast sujetó a Cronista ante él sin esfuerzo.—Si al menos hubiera sido una nota decente. «Si estás leyendo esto, seguramente estoy muerto.» ¿Qué clase de nota es esa?“
„Salid a pasear un día de principios de invierno, después del primer frío de la temporada. Buscad una charca con una fina película de hielo en la superficie, todavía limpia, intacta y transparente como el cristal. Cerca de la orilla, el hielo aguantará vuestro peso. Deslizaos un poco por él. Más allá. Al final encontraréis el sitio donde la superficie soporta vuestro peso de milagro. Entonces sentiréis lo que sentí yo. El hielo se rompe bajo vuestros pies. Mirad hacia abajo y veréis las blancas grietas recorriendo el hielo como alocadas, complicadas telarañas. No se oye nada, pero notáis la vibración a través de las plantas de los pies. Eso fue lo que pasó cuando Denna me sonrió.“
„¿Insinúas que esa cosa de ahí abajo -buscó a tientas las palabras; sus labios se movieron un momento sin articular ningún sonido- pretende tirarse a nuestra hoguera?“
„La habitación de pepe, pero que pintura es esa si se os escapan las mejoras, esa cama esta vicia… vicia pa la derecha, calzala de abajo, gástate los cuartos“
„Santi sacame a mi pero enfocando a la serpiente. Pero sacame a mi. Pero enfocando a la serpiente. Pero sacandome ami. Pero enfoca a la serpiente. Pero grabame. Pero enfoca abajo“
„Esto es una pesadilla. – Al incorporarme, las sábanas cayeron. Miré hacia abajo y vi que llevaba puesto un pijama de Pokémon-. Sadie, voy a matarte. Ella pestañeó con inocencia.- Pero si en el puesto callejero nos han hecho un precio muy bueno. Walt ha dicho que era de tu talla. Walt levantó las manos.-A mi no me culpes, tío. Yo he intentado defender tu honot. Bes soltó un bufido y luego imitó bastante bien la voz de Walt:Al menos coged el extragrande, y que salga Pikachu.“
„Un minuto más tarde, Annabethpuso el pie sobre un trozo de musgo y resbaló. Por suerte, consiguióafirmar el pie un poco más abajo. Por desgracia, fue en mi cara.“
„Miller se había negado a recurrir a los programas de rehabilitación de adicciones del hospital militar, tal como había rechazado los servicios de un psicólogo especializado en síndromes postraumáticos y ella estuvo plenamente de acuerdo en que esos eran recursos de maricas, había otros métodos más cortos y eficaces. Le vació las botellas en el lavabo, le tiró las drogas al excusado, después lo obligó a desnudarse y se llevó toda su ropa, su computadora, su teléfono y su prótesis. Se despidió de él con una señal optimista de los pulgares hacia arriba y lo dejó encerrado con llave, cojo y en pelotas. Miller debió soportar en frío la tortura de los primeros días de abstinencia, tiritando, alucinando, enloquecido de náuseas, angustia y dolor. Intentó en vano echar abajo la puerta a puñetazos y anudar las sábanas para descender por la ventana, pero estaba en un décimo piso. Golpeó la pared que lo separaba del apartamento de Maggie hasta romperse los nudillos y tanto le castañetearon los dientes. que uno se le quebró. Al tercer día cayó extenuado.“
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