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Relacionado con: aún
„Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.“
„Cuando se ama, incluso se puede prescindir de la felicidad. La vida es bella aun cuando se sufre. Vivir es grato, cualquiera que sea la clase de vida.“
„Y aún así he tenido la debilidad, y aún la tengo, de desear que sepáis que con súbita maestría habéis prendido en mí, montón de cenizas que soy, un fuego.“
„Le gustaba que algo tan simple como un beso fuera aún una causa de asombro para él.“
„El corazón aun le latía muy rápido, golpeando contra el de ella… lo amaba tanto que sentía como si se le estuviera abriendo el pecho.Quería decírselo, peor las palabras se le encallaban en la garganta.“
„Lo amo todo de ti. Te amo porque me dices la verdad. Amo el modo en que puedo reconocer tus pisadas en el pasillo fuera de mi cuarto aun cuando sé que no vas a entrar. Nadie camina o respira como tú. Amo el modo en que ahogas un gritito por la noche justo antes de caer dormida, como si tus sueños te hubieran sorprendido. Amo que cuando estamos juntos en la playa nuestras sombras se unan en una única persona. Amo el modo en que escribes en mi piel con los dedos y yo puedo entenderte mejor que a cualquier otro gritándome al oído. No he querido amarte así. Es la peor idea del mundo, amarte así. Pero te amo y no puedo evitarlo. Créeme si te digo que lo he intentado.“
„A veces, nuestras vidas cambian tan rápido que ni el corazón ni la mente son capaces de seguir el cambio. Es en esas ocasiones, creo, cuando nuestras vidas han cambiado pero aún ansiamos regresar al momento anterior a que todo cambiara, y el dolor es entonces mayor. Pero te puedo decir por experiencia que te acabas acostumbrando a ello. Aprendes a vivir tu nueva vida, y no puedes imaginarte, o incluso recordar realmente, cómo era todo antes.“
„Imagínate que fueras el último cazador de sombras sobre la tierra, imagínate que toda tu familia y tus amigos estuvieran muertos, imagínate que no quedara nadie que creyera en lo que eres. Imagínate que estuvieras sobre la tierra un billón de años, después de que el sol haya abrazado toda la vida, y que anhelaras desesperadamente desde lo más hondo de ti una sola criatura que aún respirara a tu lado, pero no hubiera nada, solo ríos de fuego y ceniza. Imagínate estar así de solo, y luego imagínate que sólo se te ocurriera un modo de solucionarlo. Entonces imagínate lo que harías para que eso sucediera.“
„Quiero que seas feliz, y que él sea feliz. Y, aun así, cuando vayas hacia el altar para uniros para siempre, caminarás sobre un sendero invisible formado por los fragmentos de mi corazón, Tessa. Daría mi vida por cualquiera de los dos. Daría mi vida por vuestra felicidad. Creía que tal vez, cuando me dijiste que no me amabas, mis sentimientos irían enfriándose y acabarían por desaparecer, pero no ha sido así. Han seguido creciendo día a día. Te amo más desesperadamente, en este momento, de lo que te he amado antes, y en una hora te amaré aún más.“
„Si insistís en repudiar aquello que es desagradable en lo que hacéis -dijo Magnus, mirando aún a Alec-, jamás aprenderéis de vuestros errores.“
„Cada palabra que has escrito. Tú y yo, Tess, somos parecidos. Nosotros vivimos y respiramos palabras. Fueron los libros los que me impidieron quitarme la vida después de que pensé que nunca podría amar a alguien, que nunca sería amado por alguien. Fueron los libros los que me hicieron sentir que, quizás, no estaba completamente solo. Ellos podían ser completamente honestos conmigo y yo con ellos. Leyendo tus palabras, lo que tú escribiste, cómo te sentías sola en ocasiones y temerosa, pero siempre valiente. Por la forma en que veías el mundo, sus colores, texturas y sonidos, sentí… sentí la forma en que tú pensabas, esperabas, sentías, soñabas. Sentí que estaba soñando, pensando y sintiendo contigo. Soñé lo que tú has soñado, quise lo que tú has querido… y entonces me di cuenta de que, lo que realmente quería, eras tú. La chica detrás de las palabras garabateadas. Te amo desde el momento en que las leí. Aún te amo.“
„He aquí algo sobre el honor de los poetas. Yo tenía diecisiete años y unos deseos irrefrenables de ser escritor. Me preparé. Pero no me quedé quieto mientras me preparaba, pues comprendí que si así lo hacía no triunfaría jamás. Disciplina y un cierto encanto dúctil, ésas son las claves para llegar a donde uno se proponga. Disciplina: escribir cada mañana no menos de seis horas. Escribir cada mañana y corregir por las tardes y leer como un poseso por las noches. Encanto, o encanto dúctil: visitar a los escritores en sus residencias o abordarlos en las presentaciones de libros y decirles a cada uno justo aquello que quiere oír. Aquello que quiere oír desesperadamente. Y tener paciencia, pues no siempre funciona. Hay cabrones que te dan una palmadita en la espalda y luego si te he visto no me acuerdo. Hay cabrones duros y crueles y mezquinos. Pero no todos son así. Es necesario tener paciencia y buscar. Los mejores son los homosexuales, pero, ojo, es necesario saber en qué momento detenerse, es necesario saber con precisión qué es lo que no uno quiere, de lo contrario puedes acabar enculado de balde por cualquier viejo maricón de izquierda. Con las mujeres ocurre tres cuartas partes de lo mismo: las escritoras españolas que pueden echarte un cable suelen ser mayores y feas y el sacrificio a veces no vale la pena. Los mejores son los heterosexuales ya entrados en la cincuentena o en el umbral de la ancianidad. En cualquier caso: es ineludible acercarse a ellos. Es ineludible cultivar un huerto a la sombra de sus rencores y resentimientos. Por supuesto, hay que empollar sus obras completas. Hay que citarlos dos o tres veces en cada conversación. ¡Hay que citarlos sin descanso! Un consejo: no criticar nunca a los amigos del maestro. Los amigos del maestro son sagrados y una observación a destiempo puede torcer el rumbo del destino. Un consejo: es preceptivo abominar y despacharse a gusto contra los novelistas extranjeros, sobre todo si son norteamericanos, franceses o ingleses. Los escritores españoles odian a sus contemporáneos de otras lenguas y publicar una reseña negativa de uno de ellos será siempre bien recibida. Y callar y estar al acecho. Y delimitar las áreas de trabajo. Por la mañana escribir, por la tarde corregir, por las noches leer y en las horas muertas ejercer la diplomacia, el disimulo, el encanto dúctil. A los diecisiete años quería ser escritor. A los veinte publiqué mi primer libro. Ahora tengo veinticuatro y en ocasiones, cuando miro hacia atrás, algo semejante al vértigo se instala en mi cerebro. He recorrido un largo camino, he publicado cuatro libros y vivo holgadamente de la literatura (aunque si he de ser sincero, nunca necesité mucho para vivir, sólo una mesa, un ordenador y libros). Tengo una colaboración semanal con un periódico de derechas de Madrid. Ahora pontifico y suelto tacos y le enmiendo la plana (pero sin pasarme) a algunos políticos. Los jóvenes que quieren hacer una carrera como escritor ven en mí un ejemplo a seguir. Algunos dicen que soy la versión mejorada de Aurelio Baca. No lo sé. (A los dos nos duele España, aunque creo que por el momento a él le duele más que a mí). Puede que lo digan sinceramente, pero puede que lo digan para que me confíe y afloje. Si es por esto último no les voy a dar el gusto: sigo trabajando con el mismo tesón que antes, sigo produciendo, sigo cuidando con mimo mis amistades. Aún no he cumplido los treinta y el futuro se abre como una rosa, una rosa perfecta, perfumada, única. Lo que empieza como comedia acaba como marcha triunfal, ¿no?“
„Somos malos para la cama, somos malos para la intemperie, pero buenos para el ahorro. Todo lo guardamos. Como si supiéramos que el manicomio se va a quemar. Todo lo escondemos. No sólo los tesoros que cíclicamente sustraerá Pizarro, sino las cosas más inútiles, las baratijas, hilos sueltos, cartas, botones, que enterramos en sitios que luego se borran de nuestra memoria, pues nuestra memoria es débil. Nos gusta, sin embargo, guardar, atesorar, ahorrar. Si pudiéramos, nos ahorraríamos a nosotros mismos para épocas mejores. No sabemos estar sin papá y mamá. Aunque sospechamos que papá y mamá nos hicieron feos y tontos y malos para así engrandecerse aún más ellos mismos ante las generaciones venideras. Pues para papá y mamá el ahorro era interpretado como perdurabilidad y como obra y como panteón de hombres ilustres, mientras que para nosotros el ahorro es éxito, dinero, respetabilidad. Sólo nos interesa el éxito, el dinero, la respetabilidad. Somos la generación de la clase media.“
„—Cada cosa de este país es un homenaje a todas las cosas del mundo, incluso a las que aún no han sucedido —dijo.”Excerpt From: Roberto Bolaño. “2666.” iBooks.“
„La relación entre el padre y el hijo es curiosa. El coronel, eso se nota de inmediato, ama a su hijo por encima de sus deberes como militar, un amor que naturalmente no es correspondido, aún le falta mucho al hijo para comprender al padre, para comprender la soledad, el triste destino al que todos los seres están abocados.“
„Durante el tiempo en que permaneció en su celda Ivánov se hizo amigo de una rata a la que puso el nombre de Nikita.Por las noches, cuando la rata aparecía, Ivánov sostenía largas conversaciones con ella. No hablaban, como pudiera suponerse, de literatura ni mucho menos de política sino de sus respectivas infancias. Ivánov le contaba a la rata cosas de su madre, en la que solía pensar a menudo, y cosas de sus hermanos, pero evitaba hablar de su padre. La rata, en un ruso apenas susurrado, le hablaba a su vez de las alcantarillas de Moscú, del cielo de las alcantarillas en donde, debido al florecimiento de ciertos detritus o a un proceso de fosforescencia inexplicable, siempre hay estrellas. Le hablaba también de la tibieza de su madre, de las travesuras sin sentido de sus hermanas y de la enorme risa que estas travesuras solían provocarle y que aún hoy, en el recuerdo, le dibujaban una sonrisa en su escuálida cara de rata.A veces Ivánov se dejaba llevar por el abatimiento, apoyaba una mejilla en la palma de la mano y le preguntaba a Nikita qué sería de ellos.“
„Una fase brutal te corta el paso y aún rezas y no sabes si el que empuja te arrolla sierpe o ángel se despliega.“
„Aprender a dar pasos como un tímido niñoque necesita aún solícito cariño;hallar que cada cosa es vieja, pero es nueva,que dentro de lo eterno lo viejo se renuevay en la hora en que vuelve la excelsitud de amarsaber que algo en nosotros es capaz de volar.“
„¡Benditos sean los instantes y los milímetros y las sombras de las cosas pequeñas, aún más humildes que ellas!.“
„Sé que desperté y que duermo todavía. Mi cuerpo antiguo, molido de tanto vivir, me dice que es muy temprano aún…“
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