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Relacionado con: belleza
„No sé si usted ha sufrido una impresión semejante; pero cuando ella me extendió la mano y nos miramos, sentí que por ese contacto tibio, la espléndida belleza de aquellos ojos sombríos y de aquel cuerpo mudo, se infiltraba en una caliente onda en todo mi ser.“
„Tenía, bajo el cabello muy oscuro, un rostro de suprema blancura, de ese blanco mate y raso que es patrimonio exclusivo de los cutis muy finos. Ojos azules, largos, perdiéndose hacia las sienes en el cerco de sus negras pestañas. Acaso un poco separados, lo que da, bajo una frente tersa, aire de mucha nobleza o de gran terquedad. Pero sus ojos, así, llenaban aquel semblante en flor con la luz de su belleza.“
„Era sobre todo, una belleza para hombres, sin ser en lo más mínimo provocatica; y esto es precisamente lo que no entenderán nunca las mujeres.“
„Aunque me habló con loco entusiasmo de la belleza de su novia, esta apreciación suya de la hermosura en cuestión no tenía para mí ningún valor.“
„La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.“
„Si a una mujer bonita le dices que lo es, ¿qué le has dado? No has hecho más que expresar algo cierto que nada te costó. Pero si a una mujer fea le dices que es bonita, le ofreces el inmenso homenaje de corromper el concepto de la belleza. Amar a una mujer por sus virtudes carece de significado, se lo merece y es un pago y no un regalo; pero amarla por sus defectos es un auténtico presente que ella no merece ni se ha ganado. Amarla por sus defectos es maltratar la virtud por su causa, y ello sí que significa un tributo real de amor, porque sacrificas tu conciencia, tu razón, tu integridad y tu valiosa estimación particular.“
„Cambiaría el más bello atardecer del mundo por una sola vista de la silueta de Nueva York. Particularmente cuando no se pueden ver los detalles. Sólo las formas. Las formas y el pensamiento que las hizo. El cielo de Nueva York y la voluntad del hombre hecha visible ¿Qué otra religión necesitamos? Y entonces la gente me habla de peregrinaciones a algún agujero infecto en una jungla, a donde van a homenajear a un templo en ruinas, a un monstruo de piedra con barriga, creado por algún salvaje leproso ¿Es genio y belleza lo que quieren ver? ¿Buscan un sentido de lo sublime? Dejadles que vengan a Nueva York, que vengan a la orilla del Hudson, miren y se pongan de rodillas. Cuando veo la ciudad desde mi ventana -no, no siento lo pequeña que soy- sino que siento que si una guerra viniese amenazar esto, me arrojaría a mí misma al espacio, sobre la ciudad, y protegería estos edificios con mi cuerpo.“
„Evie dice que los que son guapos no deben salir juntos. Que juntos no llaman la atención lo suficiente. Dice que cuando están juntos se produce un cambio total en los patrones de belleza. Dice que eso se nota. Que cuando los dos son guapos, ninguno lo es. Juntos, como pareja, son menos que la suma de sus respectivas partes.“
„Todo es espejo, espejo en la pared, pues la belleza es poder como el dinero es poder y un arma es poder.“
„Es gracioso que la belleza del arte tenga más que ver con el marco que con la obra de arte en sí misma.“
„Han cortado por lo sano, han atacado el esqueleto óseo del arte, han sajado, rajado, desorganizado, matado el edificio tanto en su forma como en su símbolo, tanto en su lógica como en su belleza; y luego han reconstruido; pretensión que no habían tenido, por lo menos, ni el tiempo, ni las revoluciones.“
„Creyéndose bella, conocía muy bien, aunque de un modo vago, que tenía un arma. Las mujeres juegan con su belleza como los niños con un cuchillo, y se hieren.“
„Cossette, al saber que era hermosa, perdió la gracia de ignorarlo; gracia exquisita, porque la belleza realzada por la sencillez es inefable, y no hay nada más digno de adoración que una inocencia deslumbradora que lleva en la mano, sin saberlo, la llave de un paraíso.“
„Las mujeres juegan con su belleza como los niños con un cuchillo, y se hieren.“
„(…) Vivimos en una sociedad sombría. Lograr el éxito, ésta es la enseñanza que, gota a gota, cae de la corrupción a plomo sobre nosotros.Digamos, sin embargo, que eso que se llama éxito es algo bastante feo. Su falso parecido con el mérito engaña a los hombres. Para la muchedumbre, el triunfo tiene casi el mismo aspecto que la supremacía. El éxito, este artificio del talento, tiene una víctima a quien engañar: la historia. Juvenal y Tácito son los únicos que protestan. En nuestros días, ha entrado como sirviente en casa del éxito una filosofía casi oficial, que lleva la librea de su amo y le rinde homenaje en la antecámara. Hay que tener éxito: ésa es la teoría. La prosperidad supone capacidad. Ganen la lotería y ya serán capaces. El que triunfa es objeto de veneración. Todo consiste en nacer de pie. Tengan suerte, lo demás ya llegará; sean felices, y los considerarán grandes. Fuera de cinco o seis excepciones importantes, que constituyen la luz de un siglo, la admiración contemporánea no es más que miopía. Lo dorado es considerado oro. No importa ser un cualquiera, si se llega el primero. El vulgo es un viejo Narciso que se adora a sí mismo y que celebra todo lo vulgar. Esa facultad enorme, por la cual el hombre se convierte en Moisés, Esquilo, Dante, Migue Ángel o Napoleón, la multitud la concede por unanimidad y por aclamación a quien logra su objetivo, sea quien fuere. Que un notario se transforme en diputado; que un falso Corneille haga el Tiridate; que un eunuco llegue a poseer un harén; que un militar adocenado gane por casualidad la batalla decisiva de una época; que un boticario invente las suelas de cartón para el ejército del Sambre-et-Meuse y obtenga, con aquel cartón vendido como cuero, una renta de cuatrocientos mil francos; que un buhonero contraiga matrimonio con la usura, y tenga de ella por hijos siete y ocho millones, de los cuales él es el padre y ella, la madre; que un predicador llegue a obispo por la gracia de ser gangoso; que un intendente de buena casa, al dejar el servicio, sea tan rico que lo nombren ministro de Hacienda; no importa: los hombres llaman a eso Genio, tal como Belleza a la figura de Mousqueton, y Majestad al talante de Claudio, confundiendo así con las constelaciones del abismo las huellas estrelladas que dejan en el lodo blando las patas de los gansos.“
„El Chimborazo me tomó de la mano para ascender con orgullo los altísimos estamentos ideales, de la belleza y la verdad.“
„…sentirás que la naturaleza te entrega sin reserva la inexhausta belleza de la vida. Yo sé que el Chimborazo, como buen caballero y amigo, te enviará su blanca filosofía de paz inconmovible.“
„Oh Dios, que por medio de tu Espíritu, enriqueciste al Beato Francisco, presbítero, con el don insigne de la oración y de la caridad apostólica; concédenos por su intercesión, que la amada Iglesia de Cristo, resplandeciente con la belleza de María, la Virgen Madre, sea más eficazmente sacramento universal de salvación. Amén.“
„Mucha gente a lo largo de los siglos ha atribuido a Dios la belleza y la complejidad de la naturaleza que, en su tiempo, parecían no tener explicación científica. Pero así como Darwin y Wallace explicaron cómo el diseño aparentemente milagroso de las formas vivas podía aparecer sin la intervención de un Ser Supremo, el concepto de multiuniverso puede explicar el ajuste fino de las leyes físicas sin necesidad de un Creador benévolo que hiciera el universo para nuestro provecho.“
„Dormía y soñé que la vida era belleza; desperté y advertí que es deber.“
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