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Relacionado con: cabeza
„Crecemos con el poderoso mensaje de nuestros progenitores calentándonos la cabeza y a menudo terminamos creyendo que sus deseos son nuestros deseos y que somos resposables de sus carencias“
„nuestros prejuicios nos encierran, nos achican la cabeza, nos idiotizan; y cuando estos prejuicios coinciden, como suele suceder, con la convención mayoritaria, nos convierten en cómplices del abuso y la injusticia, como en el caso de Wilde.“
„Y una vez duerma mi cabeza, tomará el mando el corazón“
„Si uno está haciendo lo que le dicta su conciencia, ¿por que tienes que agachar la cabeza delante de un tipo que se porta de una manera injusta y canalla?“
„Arrastrándome, agarrándome así mi cabeza, con todo lo que era mi cuerpo, iba hacia ese boquete, todo lo que yo era iba al boquete. Apenas cabía mi mano, un boquetito así de chiquitito. Me di una vueltecita para acá, para allá, a ver si estaba yo bien, encontré lo que era mi cuerpo, lo reconocí y empecé a luchar con los hombros, con los brazos, con la cabeza, como quien se da de cabezazos contra un muro, y tengo mi cabeza buena de dura, fuertes los huesos como de hierro. Aunque me quedara calvo, yo iba a abrir el boquete y lo abrí tanto que pude jalar el resto de mi cuerpo y cavé con el propio cuerpo un túnel de 30 metros arrastrándome, agarrándome así la cabeza, hasta que llegué al filo de la luz. Ni una sola herida me hice en la choya. Sólo entonces volví a hablar, y perdonarán las groserías, yo no las acostumbro, pero dije: «Pinche madre, estuvo duro'». (Alonso Mixteco)“
„El olor de la muerte es inconfundible; es un olor a cuerpo sin alma. Las pequeñas cabezas de muñecas, los carritos de niños, las partituras de música, el almanaque, los restos de múltiples colchones, ropas desperdigadas, sólo el teclado de un piano, tendido de fatiga sobre la tierra, todo ello conforma el lenguaje de los escombros.“
„El amor ciego no duraba. Un día alzabas la cabeza de la almohada y te dabas cuenta que vivías en una pesadilla“
„Cuando amas a alguien, se convierte en una parte de ti. Está en todo lo que haces. Está en el aire que respiras, en el agua que bebes; su voz permanece en tus oídos y sus ideas en tu cabeza. conoces sus sueños porque sus pesadillas se clavan en tu corazón, y sus sueños bueno son también los tuyos. Y no crees que es perfecto, sino que conoces sis defectos, la autentica verdad de sus defectos y la sombra de todos sus secretos, y eso no te hace alejarte; de hecho, lo amas más por eso, porque no quieres que sea perfecto. Tu quieres a ese alguien. Quieres…“
„Lo único que te preocupa es que contraten a un instructor masculino y esté más bueno que tú.Jace enarcó las cejas.-¿Más bueno que yo?-Podría pasar -dijo Clary-. En teoría, ya sabes.-En teoría, el planeta podría partirse ahora mismo por la mitad, dejándome a mí de un lado y a ti del otro, separados trágicamente y para siempre, pero eso tampoco me preocupa. Hay cosas -dijo Jace. con su típica sonrisa torcida- que son demasiado improbables como para andar comiéndome la cabeza por ellas. [pp.80]“
„Explicarte mis sentimientos antes de mostrártelos. Escribirte poemas…+ No te gusta la poesía.- No. Pero tú me hacer querer escribirla. ¿No cuenta eso para nada?[…]+ Eso casi parece preparado, James Carstairs. ¿A cuántas chicas has hecho perder la cabeza con esa observación?- Sólo hay una chica la que me importa hacerle perder la cabeza -contestó él- La pregunta es: ¿la pierde?Ella sonrió.+ La pierde.“
„El amor no es perseguir a alguien hasta el aeropuerto -insistió Julian…-. El amor significa que ves a alguien. Eso es todo.-¿Qué lo ves? -repitió Ty…-Cuando amas a alguien, se convierte en una parte de ti. Está en el aire en el que respiras, en el agua que bebes; su voz permanece en tus oídos y sus ideas en tu cabeza. Conoces sus sueños porque sus pesadillas se te clavan en el corazón, y sus sueños buenos también son los tuyos. Y no crees que es perfecto, sino que conoces sus defectos, la auténtica verdad de sus defectos y las sombras de todos sus secretos,, y eso no te hace alejarte; de hecho, lo amas más por eso, porque no quieres que sea perfecto. Tú quieres a ese alguien. Quieres…“
„Tú como eres, yo como ero. Eso de que dos que se aman han de volverse iguales y han de pensar lo mismo no me cabe a mí en la cabeza. ¡El uno para el otro! ¡Dos en uno! ¡Qué bobadas inventa el egoísmo! ¿A qué esa confusión de los caracteres? Sea cada cual como Dios le ha hecho, y siendo distintos, se amarán más. Déjame suelta, no me amarres, no borres mi… ¿lo digo? Estas palabras tan sabias se me atragantan; pero, en fin, la soltaré… mi doisingracia.“
„Aspiro a no depender de nadie, ni del hombre que adoro. No quiero ser su manceba, tipo innoble, la hembra que mantienen algunos individuos para que les divierta, como un perro de caza; ni tampoco que el hombre de mis ilusiones se me convierta en marido. No veo la felicidad en el matrimonio. Quiero, para expresarlo a mi manera, estar casada conmigo misma, y ser mi propia cabeza de familia. No sabré amar por obligación; sólo en la libertad comprendo mi fe constante y mi adhesión sin límites. Protesto, me da la gana de protestar contra los hombres que se han cogido todo el mundo por suyo, y no nos han dejado a nosotras más que las veredas estrechitas por donde ellos no saben andar…“
„Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente al mar alineando sus blancos lobeznos.“
„Nadie aprende nunca en cabeza ajena, pero un golpe duele menos cuando te lo esperas.“
„Realicemos nuestro día con el mismo propósito que anima a la Naturaleza, y no nos dejemos apartar del camino por cascara alguna o por ala de mosquito que puedan caer en él. Levantémonos temprano, ayunemos o desayunémonos pausadamente y sin perturbaciones; que venga y vaya la compañía, que tañan las campanas o lloren los niños; sigamos, determinados a hacer de ello un día. ¿Por qué habríamos de someternos e ir con la corriente? No nos sintamos perturbados y vencidos en ese terrible rápido arremolinado que llamamos almuerzo, sito en los bajíos del mediodía. Sortead este peligro, y estaréis a salvo para el resto de la jornada, que discurrirá luego cuesta abajo. Con nervios templados y vigor matinal, dejadlo atrás, y como Ulises atado al mástil, poned la mirada en otra parte. Si silba el motor, que lo haga hasta enronquecer de insistencia. Si tañe la campana ¿por qué hemos de apresurarnos? Consideremos qué música nos ofrecen. Resolvámonos a hacer nuestro camino, llevando adelante nuestros pasos a través del barro y lodo de la opinión, prejuicios, tradición, engaño y apariencias que, cual tierra de aluvión, cubren el globo entero desde París a Londres, Nueva York, Bostón y Concord, a través de Iglesia y Estado, a través de la poesía, la filosofía y la religión, hasta que alcancemos un suelo duro y rocoso, al que podemos llamar realidad, y digamos: «Héla aquí, no hay duda». Y entonces, comencemos, contando con un point d’appui, bajo crecidas, heladas o fuego; un lugar donde se pueda encontrar un muro o una propiedad, donde se pueda erigir sin problemas un farol, o acaso un medidor, no un Nilómetro sino un Realímetro, para que las generaciones futuras sepan qué caudal llegaban a alcanzar de vez en cuando las riadas de engaños y apariencias. Si os enfrentáis cara a cara con un hecho, veréis brillar el sol en sus dos facetas, como si fuera una cimitarra, y sentiréis su suave filo, que os divide por el corazón y la médula, concluyendo así vuestra carrera mortal. Trátese de vida o muerte, nosotros ansiamos sólo la realidad. Si en verdad morimos, que oigamos el estertor en nuestras gargantas y sintamos el frío de nuestras extremidades; si estamos vivos, vayamos a lo nuestro. El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y descubro cuán cerca se encuentra de mí. Su fina corriente discurre incansable, pero la eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y saja su camino en el secreto de las cosas. No deseo ocupar mis manos más de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que aquélla es un órgano excavador, como los hocicos y garras de algunos animales, y con ella minaría y horadaría yo mi camino a través de estas colinas. En algún lugar de estos alrededores se encuentra, creo, la vena más rica; me lo dicen mi varita mágica y los mágicos vapores que ascienden serpenteando. Aquí comenzaré a minar.“
„El problema es que el país se rompa en nuestras cabezas y los ciudadanos dejen de pensar en la unidad como algo positivo.“
„El abrazo continuó, se hizo pura energía, vasos comunicantes de sentimientos que iban y venían en un flujo armónico aunque intempestivo. Un millón de escenas, imágenes, palabras y momentos desfiló por sus cabezas, resumiendo una vida en común.“
„Aunque vivas entre demonios, quiere Dios que de tal manera vivas entre ellos que ni vuelvas la cabeza del pensamiento a sus cosas, sino que las dejes totalmente, procurando tú traer tu alma pura y entera en Dios, sin que un pensamiento de eso ni de esotro te lo estorbe.“
„No es casualidad que muchos me acusen de dirigir asuntos públicos con mi corazón en lugar de mi cabeza. Bueno, ¿y si lo hago?… Los que no saben llorar con todo su corazón tampoco saben reír.“
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