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Relacionado con: campamento
„Los soldados británicos en las trece estados lanzaron un grito/De angustia; echaron sus espadas y mosquetes al suelo y abandonaron sus campamentos…“
„Ursúa y Castellanos hablaron hasta que la noche azul llena de estrellas cubrió las tierras bajas de la sierra. Todavía a medianoche, cuando en el campamento buena parte de los soldados dormían y sólo los guardias vigilaban en los pasos altos, seguía junto a la fogata el rumor inacabable de ese diálogo, como de dos náufragos que acabaran de llegar otra vez al mundo, porque no hay gran amistad que no comience por un largo intercambio de historias.“
„El campamento es con mucho la mejor escuela para dar a los muchachos las cualidades de carácter.“
„Los Rovers son una hermandad al aire libre y de servicio. Son excursionistas del campo y acampadores en el monte, capaces de ir de un lado a otro, pero igualmente capaces y listos para prestar servicio al prójimo. Constituyen la rama mayor del Movimiento Scout, jóvenes de más de diecisiete años. La hermandad Rover fue organizada en la Gran Bretaña y sus posesiones de ultramar. Ahora se ha extendido a casi todos los países del mundo. No es solamente una hermandad, sino que es una alegre hermandad con su camaradería de campamento, su uniforme, sus guaridas o lugares de reunión distribuidos por todo el mundo. Ya que es una hermandad de caminantes, vosotros podéis como miembros de ella, extender vuestros viajes a países extranjeros y ahí establecer amistad con Rovers de otras nacionalidades. Este aspecto de nuestro movimiento no es solamente interesante y educativo, sino que va encaminado a constituir un paso real hacia la consecución de la futura paz del mundo, a través de la mutua buena voluntad.“
„¿No hay modo de que se salve?— Sí.—¿Cómo?—Desiste, pistolero. Levanta tu campamento y pon rumbo al oeste. En el oeste todavía hay lugar para los hombres que viven de sus balas.—He jurado por las pistolas de mi padre y por la traición de Marten.—Marten ya no existe. El hombre de negro se ha comido su alma. Tú ya lo sabes.—Estoy bajo juramento.—Entonces, maldito seas.“
„Una mano pequeña y fría me acarició la mejilla.—No pasa nada —dijo Auri en voz baja—. Ven aquí.Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara.—Ya lo sé —dijo con tristeza—. A veces es muy duro, ¿verdad?Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño.—Ya lo sé —repitió—. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo.Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela.—La echo de menos —dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas.—Puedes decirlo —dijo Auri con ternura.Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios.—Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción.—Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. —Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes.—Puedes decirlo —dijo Auri en voz baja—. No pasa nada si lo dices.—Nunca volveré a verla —conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva.—No pasa nada —dijo Auri—. Estoy aquí. Estás a salvo.“