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„Una vida feliz es imposible. El fin supremo a que debe aspirar un hombre es una carrera heroica.“
„La madama de Don Juan José Carrera, interponiendo la respetable del Exmo. Capitán General, ha solicitado se sobreasea la causa que se sigue a su esposo por este gobierno (Juan José, preso en Argentina), a que no ha podido resistirse ni al poderoso influjo del padrino ni a las circunstancias en que se hace esta súplica, no considerando el gobierno justo que el placer universal de la victoria no alcance a esta desconsolada esposa. En consecuencia, este gobierno suplica a ud. que, en favor del citado, por lo respectivo al delito perpetrado contra la seguridad de Chile, se aplique toda indulgencia, dando así a él como a su hermano (Luis Carrera) aquel alivio conciliable con los progresos de nuestra causa augusta.“
„Yo (Mr Robert) creo que si llegamos a Chile, nuestro encargo será fácil y el resultado pronto. No se trata sino de deshacerce de dos hombres (O’Higgins y San Martín). Cuando se está decidido, la cosa no es difícil. Creo, pues, asegurar a usted, mi general (Carrera), que muy pronto será usted dueño de sus enemigos, y nosotros habremos probado a usted de la manera menos inequívoca nuestro celo y nuestra adhesión.“
„Un día en las carreras“
„¿Díganme, a ustedes les gustaría ver cómo uno de sus hijos se rompe una pierna o se estrella contra un árbol? ¿Verdad que no? Por eso no veo las carreras.“
„Es error decir que soy un triunfador. En la vida he perdido todo; Laura, mi hijo Dino, la primera fábrica, la juventud, la buena vista, la pasión por las mujeres, muchas carreras y muchos coches.“
„Las carreras las ganan mis coches y las pierden los pilotos.“
„Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y *perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la *derecha del trono de Dios.3 Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.“
„Constituye una paradoja criminal rehusar a la mujer toda actividad pública, cerrarle las carreras masculinas, proclamar en todos los dominios su incapacidad y confiarle, al mismo tiempo, la empresa más delicada y más grave de cuantas existen… la formación de un ser humano.“
„Ella es una gran influencia en mí y en mi carrera. Ella es tan independiente y segura. Ella escribió su propio material y llevó su música por todo el mundo.“
„Al principio me acuerdo cuando me pasaba tres horas al día en MySpace tratando de comentar a todos de nuevo(responderles), y ahora, me paso una media hora de una noche en MySpace solo poniendo cosas nuevas y respondiendo a la gente y monitorizando todos mis sitios de fans, y diciendo hola y gracias. Estoy todavía muy por encima de ella. No he crecido fuera de él, porque siempre habrá algo que ayude a lanzar mi carrera, y yo voy a seguir manteniendola.“
„Nada satisface más íntimamente y retempla mejor el espíritu, que recordar con acentuada veneración los esfuerzos desinteresados y patrióticos de aquella juventud, que abandonando la cuna de sus más caras afecciones, cortando algunos el curso de sus carreras universitarias, y despreciando todos sus intereses personales, corría, llena de bríos y de santo patriotismo, a formar en las filas del ejército, que se coronaba de gloria en las batallas libradas por la libertad y el honor nacional!“
„En nuestros días se advierte la creciente conciencia de que la paz mundial está amenazada, no solo por la carrera de armamentos, los conflictos regionales y las injusticias que todavía existen en los pueblos y entre las naciones, sino también por la falta de respeto a la naturaleza, a la explotación desordenada de sus recursos y el progresivo deterioro de la calidad de vida.“
„Escribir esta historia se me ha convertido en una carrera perdida de antemano contra el tiempo y la desmemoria, que son dos hermanos gemelos de dedos largos que todo lo tocan.“
„Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da.“
„El ejercito es un estado superior dentro de una sociedad inferior, ya que nosotros somos la fuerza especifica del país. Y sin embargo, estamos sometidos a las resoluciones del gobierno…¿y el gobierno quien lo constituye?… el poder legislativo y el ejecutivo… es decir, hombres elegidos por partidos políticos informes… ¡y que representantes señores! Ustedes saben mejor que yo que para ser diputado hay que haber tenido una carrera de mentiras, comenzando como vago de comité, transando y haciendo vida común con perdularios de todas las calañas, en fin, una vida al margen del código y de la verdad. No se si esto ocurre en países más civilizados que el nuestro, pero aquí es así. En nuestra cámara de diputados y senadores, hay sujetos acusados de usura y homicidio, bandidos vendidos a empresas extranjeras, individuos de una ignorancia tan crasa, que el parlamentarismo resulta aquí la comedia más grotesca que haya podido envilecer a un país. Las elecciones presidenciales se hacen con capitales norteamericanos, previa promesa de otorgar concesiones a una empresa interesada en explotar nuestras riquezas nacionales. No exagero cuando digo que la lucha de los partidos políticos en nuestra patria no es nada más que una riña entre comerciantes que quieren vender el país al mejor precio.“
„Les tengo buenas noticias: Usted no se tiene que mantener a la par de nadie. Usted puede correr su propia carrera y ser un individuo. Dios le ha dado la gracia para hacer lo que Él le ha llamado a hacer y no le ha dado la gracia para hacer lo que todos los demás están haciendo. Usted no tiene que ser la mejor mamá del mundo, sólo sea la“
„Les tengo buenas noticias: Usted no se tiene que mantener a la par de nadie. Usted puede correr su propia carrera y ser un individuo. Dios le ha dado la gracia para hacer lo que Él le ha llamado a hacer y no le ha dado la gracia para hacer lo que todos los demás están haciendo. Usted no tiene que ser la mejor mamá del mundo, sólo sea la mejor mamá que usted puede ser. Posiblemente, yo nunca seré el mejor pastor del mundo. Quizá no seré el mejor esposo ni el mejor padre, pero he decidido ser lo mejor que yo puedo ser y no me sentiré mal conmigo. Si otra persona puede hacer lo que hago mejor que yo, que bueno, yo no estoy en una competencia ni me estoy comparando con nadie. A mi manera de pensar, ¡yo soy el mejor! Y sé que estoy haciendo lo mejor que puedo. Eso es lo que nos enseña la Escritura. Dice: “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra…”.1“
„Hace años, tuvimos a un Roberto de las Carreras, un Herrera y Reissig, un Florencio Sánchez. Aparte de sus obras, las formas de vida de aquella gente, eran artísticas. Eran diferentes, no eran burguesas. Estamos en pleno reino de la mediocridad. Entre plumíferos sin fantasía, graves, frondosos, pontificadores con la audacia paralizada. Y no hay esperanzas de salir de esto. Los «nuevos», sólo aspiran a que uno de los inconmovibles fantasmones que ofician de papas, les digan alguna palabra de elogio acerca de sus poemitas. Y los poemitas han sido facturados, expresamente, para alcanzar ese alto destino. Hay sólo un camino. El que hubo siempre. Que el creador de verdad tenga la fuerza de vivir solitario y mire dentro suyo. Que comprenda que no tenemos huellas para seguir, que el camino habrá de hacérselo cada uno, tenaz y alegremente, cortando la sombra del monte y los arbustos enanos.“
„Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque. Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las caras familiares del café. Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza para cinco millones de habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de los jóvenes contra los viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces sobresaltos, los proyectos sin convicción que un destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y que sólo sirven para que mida con exactitud hasta donde está emporcado para siempre.No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos. Es todavía un recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho, insultándose y jurando el inminente regreso a los días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi corazón desborda de amor y se hace sensible y cariñoso como el de una madre. En el fondo sé que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir; pero me hago delicado y paciente y trato de conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o esas fotografías de calles y monumentos, o las canciones que gustan traer consigo los inmigrantes, voy construyendo para él planes, creencias y mañanas distintos que tienen luz y el sabor del país de juventud de donde él llegó hace un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que yo redoble mis promesas, pero termina por decir que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo que algún día habrá de regresar al mundo de las horas de Bob y queda en paz en medio de sus treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo entre los cadáveres pavorosos de las antiguas ambiciones, las formas repulsivas de los sueños que se fueron gastando bajo la presión distraída y constante de tantos miles de pies inevitables.“
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