Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
castaña
Relacionado con: castaña
„Y al fin el octavo día llegó. La vaca había dejado de dar leche para el resto del año, y Bathsheba Everdene no volvería a subir la colina. Gabriel había alcanzado un punto en su existencia que jamás habría podido imaginar poco antes. Disfrutaba diciendo « Bathsheba» en privado, en lugar de silbar; y empezó a gustarle más el pelo negro, pese a que desde niño se había jurado fiel al castaño, distanciándose de los demás hasta ocupar a sus ojos un espacio insignificante. El amor es una fuerza posible que nace de una debilidad real.“
„Palabras superficiales: el amor y el marron glacé son una misma cosa: esplendor por fuera; y por dentro, una castaña helada.“
„Miraba los árboles a su alrededor. Sus hojas eran verdes, rojas, amarillas y castañas. Los bosques parecían un incendio. Se dijo que se marchaba unos días y que los bosques ardían, y su vida y sus recuerdos se consumían en aquellas llamas maravillosas y despiadadas. ¿Debía sufrir por no sufrir?. ¿Debía quizás sentir nostalgia por no sentir nostalgía? No sentía nostalgia, pero tampoco tenía ganas de apresurarse.“
„Nos suponen reaccionarios porque tienen la vaga esperanza de que mientras ellos murmuran en los casinos y echan de menos privilegios que en parte se les han venido abajo, nosotros vamos a ser los guardias de asalto de la reacción y vamos a sacarles las castañas del fuego y vamos a esforzarnos en poner sobre sus sillones a quienes cómodamente nos contemplan.“
„Era como hablarle a un muerto, porque José Arcadio Buendía estaba ya fuera del alcance de toda preocupación. Pero ella insistió. Lo veía tan manso, tan indiferente a todo, que decidió soltarlo. Él ni siquiera se movió del banquito. Siguió expuesto al sol y la lluvia, como si las sogas fueran innecesarias, porque un dominio superior a cualquier atadura visible lo mantenía amarrado al tronco del castaño.“
„En las dos últimas horas de su vida no logró entender por qué había desaparecido el miedo que lo atormentó desde la infancia. Impasible, sin preocuparse siquiera por demostrar su reciente valor, escuchó los interminables cargos de la acusación. Pensaba en Úrsula, que a esa hora debía estar bajo el castaño tomando el café con José Arcadio Buendía. Pensaba en su hija de ocho meses, que aún no tenía nombre, y en el que iba a nacer en agosto, Pensaba en Santa Sofía de la Piedad, a quien la noche anterior dejó salando un venado para el almuerzo del sábado, y añoró su cabello chorreado sobre los hombros y sus pestañas que parecían artificiales. Pensaba en su gente sin sentimentalismos, en un severo ajuste de cuentas con la vida, empezando a comprender cuánto quería en realidad a las personas que más había odiado.“
„Apretó los labios contra los de ella y hundió sus manos en la gloria de sus cabellos castaños… por unos momentos, no hubo nadie más en el mundo.“
„¿Eres un fantasma?Di media vuelta y me encontré con un chico atractivo de unos dieciséis años, vestido con túnica negra. Tenía la tez algo pálida, pero también unos adorables ojos castaños como los del hombre sentado en el trono. Su cabello era moreno, largo y despeinado, casi alborotado, pero a mí me gustó. El chico inclinó la cabeza a un lado, y por fin caí en la cuenta de que me había hecho una pregunta.No se me ocurría nada que decir. ¿«Disculpa»? ¿«Hola»? ¿«Cásate conmigo»?“