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Relacionado con: castigo
„Contra el callar no hay castigo ni respuesta.“
„El refrán que no viene a propósito, antes es disparate que sentencia.“
„Las necedades del rico por sentencias pasan por el mundo.“
„Es feo ser digno de castigo, pero poco glorioso castigar.“
„No se debería decir que el alma es una ilusión, o un efecto ideológico. Porque existe, tiene una realidad, que está producida permanentemente en torno, en la superficie y en el interior del cuerpo por el funcionamiento de un poder que se ejerce sobre aquellos a quienes se castiga y, de una manera más general, sobre aquellos a quienes se vigila, se educa y corrige, sobre los locos, los niños, los colegiales, los colonizados, sobre aquellos a quienes se sujeta a un aparato de producción y se controla a lo largo de toda su existencia.“
„El primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte, e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley; sólo debe distinguir el mérito y la virtud para recompensarlos; al vicio y al crimen para procurar su castigo.“
„Sólo el Estado consigue sus ingresos mediante coacción, amenazando con graves castigos a quienes se nieguen a entregarle su parte. A esta coacción se la llama «impuestos», aunque en épocas de lenguaje menos refinado se la conocía con el expresivo nombre de «tributos». La contribución es, pura y simplemente, un robo, un robo a grande y colosal escala, que ni los más grandes y conocidos delincuentes pueden soñar en igualar. Es una apropiación coactiva de las propiedades de los moradores (o súbditos) del Estado.“
„Madre de los juegos latinos y los deleites griegos,Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos,cálidos como soles, frescos como las sandías,son el adorno de noches y días gloriosos;madre de los juegos latinos y los deleites griegos.Lesbos, donde los besos son como cascadasque se arrojan sin miedo en las simas sin fondo,y fluyen, entrecortados de sollozos y risas,tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos;¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco,las estrellas te admiran tanto como a Pafos,¡y Venus con razón puede envidiar a Safo!Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite!las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos,acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad;Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero;obtienes tu perdón del exceso de besos,reina del dulce imperio, tierra noble y amable,y de refinamientos siempre sin agotar,deja al viejo Platón fruncir su ceño austero.Obtienes tu perdón del eterno martirio,infligido sin tregua a los corazones ambiciosos,que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa,¡vagamente entrevista al borde de otros cielos!¡Obtienes tu perdón del eterno martirio!¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?,y a condenar tu frente pálida por penosas labores,si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio,de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos?¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago,vuestra religión es augusta como cualquiera,¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos,para cantar el secreto de sus floridas vírgenes,y desde la infancia que inicié en el negro misterio,de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos;pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todosy desde entonces velo en la cumbre del Léucato,igual que un centinela de mirada segura y penetrante,que vigila noche y día,, tartana o fragata,cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul;y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,para saber si el mar es indulgente y bueno,y si entre los sollozos que en la roca resuenan,un día llevará a Lesbos, que perdona,el cadáver adorado de Safo, que partió,¡para saber si el mar es indulgente y bueno!De Safo la viril, la amante y la poetisa,¡por su palidez triste más hermosa que Venus!—Al ojo azul venció el negro que mancillael tenebroso círculo trazado por las penas¡de Safo la viril, la amante y la poetisa!Presentándose al mundo más hermosa que Venusy vertiendo el tesoro de su serenidady el brillo de su rubia juventud,sobre el viejo Océano prendado de su hija;¡presentándose al mundo más hermosa que Venus!—De Safo, que murió el día de su blasfemia,cuando, insultando el rito y el culto establecido,convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremode un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedadde aquella que murió el día de su blasfemia,y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones,y, pese a los honores que le tributa el mundo,cada noche le embriaga la voz de la tormenta,¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas!¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!“
„Al aceptar el castigo, no por culpa alguna, sino por nuestras virtudes, traicionamos nuestro codigo e hicimos posible el suyo.“
„Cuando se obra basándose en la compasión y contra la justicia, es a los buenos a quienes se castiga en beneficio del mal; cuando se salva del sufrimiento a un culpable, es a los inocentes a quienes se obliga a sufrir. No existe escapatoria a la justicia; nada queda sin merecer o sin pagar en el universo, ni en materia ni en espíritu, y si el culpable no paga, entonces paga el inocente.“
„El poder económico se ejerce por medio de algo positivo, ofreciendo a los hombres un premio, un incentivo, un pago, un valor; el poder político se ejerce por medio de algo negativo, por la amenaza de castigo, daño, encarcelamiento, destrucción. La herramienta del hombre de negocios son los valores. La herramienta del burócrata es el miedo.“
„el castigo es producto de los propios errores“
„El dolor no es necesario. ¿Por qué el peor de ellos queda reservado para quienes no aceptan su necesidad? Nosotros, los portadores del amor y del secreto que confiere la alegría, ¿a qué castigo hemos sido sentenciados y por quién?…“
„Cuando se castiga a un inocente nace un malvado.“
„Si se quiere ser feliz, señor, no se puede tener sentido del deber; pues, si uno lo tiene, el deber es implacable. Se diría que nos castiga por querer cumplir con él; pero, no, más bien nos recompensa, pues nos precipita en un infierno en el que nos sentimos cerca de Dios. Apenas nos hemos desgarrado las entrañas, nos hallamos en paz con nosotros mismos.“
„Creo en la bisectibilidad del hombre, y siempre recordé una lección hermosa de Cristo: “El espíritu está pronto pero la carne es débil”; y una sentencia de Voltaire: “El hombre es átomo atormentado sobre un montón de barro”…“
„Dios deja de ser Dios solamente para los que puedan admitir la posibilidad de su no-existencia, y ese concepto es en sí mismo el castigo más severo que pueden sufrir.“
„Acepto las condiciones, Ángel, puesto que tú sabes mejor que yo el castigo que merezco. Ahora que no me lo impongas tan duro que no lo pueda resistir.“
„Sabe que una injusticia descarada duele más que un castigo merecido.“
„La imagen de la biblioteca como refugio en donde se repliega la afectividad de Juana Inés y se despliega su actividad mental, ha de completarse con otra, que toca a la voluntad y al carácter: la biblioteca es el lugar del tesoro. Todo tesoro tiene sus guardianes, sus dragones; todo tesoro está encerrado en un castillo o enterrado en una cueva. La imagen del tesoro convoca la figura del héroe y sus hazañas. Proezas que son violaciones épicas y profanaciones heroicas, Juana Inés debe tomar la fortaleza por asalto y apoderarse del conocimiento como los piratas de su tiempo saqueaban los galeones que apresaban. El conocimiento es transgresión. Ella misma lo dice: lee todos los libros «sin que basten los castigos a estorbarla».“
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