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cementerio
Relacionado con: cementerio
„No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla;“
„que todos bailemos al son de la tonada que ella toca. Corazones sangrantes, y secos huesos en los cementerios, y lágrimas que queman al caer…, todos bailan juntos la misma música que ella ejecuta con esa boca sin risa que posee.“
„La sucia España de toda la vida, enferma de sí misma; la del rencor y la envidia cobarde; la del por qué él y yo no; la que desprecia cuanto ignora y odia cuanto envidia; la que retorna pidiendo cerillas y haces de leña, exigiendo cunetas y paredones donde ajustar cuentas; la que sólo se calma cuando le meten dinero en el bolsillo o ve pasar el cadáver del vecino de quien codicia la casa, el coche, la mujer, la hacienda. Al observar el comedero de cerdos en que, con la complicidad ciudadana, nuestra infame clase política ha convertido treinta años de democracia bien establecida, se comprenden muchos momentos terribles de nuestra historia.(…)Si retrocediéramos en el tiempo y nos dieran un Máuser, un despacho de Gobernación, una toga de juez en juicio sumarísimo, llenaríamos de nuevo los cementerios.(…)El problema somos nosotros: la vieja, triste y ruin España.“
„Ahora tengo sueño, digo yo, como si fuera el eco del doctor Pasavento. Y tengo la impresión de que, con mi posición de escribiente, iluminado por la luz de una imaginaria luna menguante, recuerdo las humildes posiciones de aquellos personajes de Walser de los que Walter Benjamin decía que parecían provenir de la noche más oscura, personajes que venían del sueño de una noche veneciana y que lo que lloraban era prosa. “Pues el sollozo”, decía Benjamin, “es la melodía del parloteo de Walser”. Son personajes que no han renunciado a su componente infantil, seguramente porque nunca fueron niños. Les horroriza la idea de que, por cualquier circunstancia ajena a sus deseos, puedan llegar a tener éxito en la vida. ¿Y por qué les horroriza tanto? Desde luego no por sentimientos como el desprecio o el rencor, sino, como dice Benjamin, en sus líneas dedicadas a Walser, por motivos del todo epicúreos. Quieren vivir con ellos mismos. No necesitan a nadie. Son seres a los que su propia naturaleza aleja de la sociedad y que, en contra de lo que pueda pensarse, no necesitan ninguna ayuda, pues si quieren seguir siendo de verdad sólo pueden alimentarse de sí mismos. Proceden, o aparentan proceder, de las praderas de Appenzell y su vida empieza donde acaban los cuentos. “Y si no han muerto, entonces es que hoy viven todavía”, dice Walser de los personajes de esos cuentos. Y nos muestra a continuación cómo viven y a qué se dedican, nos explica qué es lo suyo. Hay días en que lo suyo es ser como coches fúnebres que van a todas partes menos al cementerio. Y otros en los que lo suyo son textos, ensayos errantes, microgramas, furtivas conversaciones con un botón, ilusorios papelillos, pequeña prosa, tentativas de escribir para ausentarse, cigarrillos efímeros y cosas por el estilo.“
„Pa’l cementerio se va la vaca de mala leche.“
„Voy a gastar mi dinero en regalos, quiero dar vacaciones a mi ego y liberar al caos, no guardare ni un duro para el cementerio….“
„Pero tengan en cuenta -dijo Ponder- que los cementerios están llenos de gente que fue más valiente que sensata.“
„Sería grandemente ingenioso si pidiese el ser dejado en paz después de muerto. Alrededor de las tumbas de los jefes de aquellas grandes transformaciones, que se llaman revoluciones, no se puede haber paz; mas todo aquello que fue hecho no podrá ser cancelado. Mientras el espíritu mio, ahora liberado de la materia, vivirá, después de la pequeña vida terrenal, la vida inmortal e universal de Dios. Solo que tengo un deseo, aquel de ser enterrado junto a mí en el cementerio de San Cassiano.“
„Los cementerios están llenos de hombres imprescindibles.“
„Soñé que en un cementerio olvidado de áfrica encontraba la tumba de un amigo cuyo rostro ya no podía recordar.“
„Aquel gentío, aquellos gritos, 《¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!》, aquellas banderas españolas… Nadie trabajaba esa tarde. Las empresas habían dado permiso a sus empleados para ir a recibir al 《salvador》de la patria. Y la gente, como una alfombra extendida sobre las calles, lo llenaba todo, hasta el último rincón. ¿La misma gente que había luchado por la República? ¿La misma cuyos padres, maridos o hijos habían caído en el frente? ¿La misma que soportó los atroces bombardeos que buscaban crear el máximo miedo en la población civil? ¿La misma que pasó hambre y frío? Aquella mañana del 26 de enero de 1939, viendo a las tropas victoriosas entrando por la Diagonal, se preguntó de dónde sacaban los supervivientes las banderas, y si el entusiasmo y la alegría eran reales o un simple alivio por el fin de la guerra. Habían pasado poco más de diez años y todo seguía igual o… Banderas, saludos fascistas, gritos de adhesión al vencedor.¿Tan rápido el olvido?¿Tanta necesidad de paz a cualquier precio?¿Tanto miedo que masticar y tragar con tal de seguir adelante?¿Y los más de cien mil cadáveres enterrados en cunetas y montañas, fosas comunes y cementerios, a la espera de un tiempo mejor en el que volver a merecer un respeto y recuperar su dignidad, mientras el régimen seguía fusilando y aumentando la cuenta?El dictador volvía por tercera vez a Barcelona y allí estaba la ciudad rendida a sus pies.Tal vez los que permanecían en sus casas fueran más numerosos, mucho más, pero ellos callaban.También lo hacían algunos de los presentes, obligados a presenciar toda aquella parafernalia porque si no podían ser represaliados por sus empresas, que en caso de estar lejos habían puesto autocares para la movilidad de sus empleados. Era un día sin excusas. Hasta los enfermos debían curarse milagrosamente.“
„Yo le pregunté un día al Enterrador: ¿Por qué ponen vallas alrededor de los cementerios?, y él me contestó: «Porque la gente se muere por entrar».“
„Cementerios de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros“
„En particular, me interesa saber si ha mencionado alguna vez un cementerio de los libros olvidados o muertos, o algo así. Piénsalo bien antes de contestar. ¿Te ha hablado Martín de ese lugar alguna vez?“
„El Cementerio de los Libros Olvidados tenía su propio geometría y resultaba casi imposible pasar por el mismo lugar dos veces. En más de una ocasión se había perdido en el interior y había tardado un rato en dar con el camino de descenso a la salida.“
„Yo no haré la tontería que hizo Primo de Rivera. Yo no dimito. De aquí al cementerio.“
„Estaba bien ser joven y enamorado, pensó. Incluso en el cementerio en que este mundo se había convertido.«Disfrutadlo mientras podáis —pensó—, porque tenemos más muerte por delante. Hemos llegado a un arroyo de sangre. Es algo que habrá de conducirnos a un río de la misma sustancia, sin duda alguna. Y más adelante, a un océano. En este mundo las tumbas bostezan, y ninguno de los muertos descansa en paz.»“
„Louis volvió a Bangor por elpuente Chamberlain y se instaló en el motel Howard Johnson, en la carretera de Odlin, cerca delaeropuerto y del cementerio Pleasantview donde estaba enterrado su hijo. Se inscribió con el nombre deDee Dee Ramone y pagó en efectivo.“
„Prohíbo que se me haga ningún género de funeral; y desde el lugar en que falleciere se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento; pero sí desearía que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.“