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Relacionado con: cinco
„A pesar de toda mi labor pasada, si en el presente quiero vivir no tengo más remedio que dictar todas las mañanas durante cuatro o cinco horas y estrujarme el cerebro hasta que dé el último paso en esta vida.“
„Podemos pretendía saltar por encima del Estado de derecho y además tuvo mucho más apoyo mediático y de votos. Cinco millones de votos, no creía yo que hubiera tantos tontos en España.“
„Cambio gallo que canta a las cinco por uno que cante a las siete.“
„Haga una lista de al menos cinco pero no más de diez metas.) Ahora identifique los que requerirán la participación o la cooperación de los demás. En estas actividades, su capacidad de liderazgo redundará en eficacia. 2.“
„Análogas disquisiciones se oían hace cinco años con respecto a Ucrania y la nación ucraniana. Y todavía bien recientemente se decía que la república ucraniana y la nación ucraniana son una invención de los alemanes. Y sin embargo, es evidente que la nación ucraniana existe y que el desarrollo de su cultura es un deber de los comunistas. No se puede ir contra la historia. «(10 de marzo de 1921).“
„Ni el más fugaz visitante de este planeta que cogiera el periódico, pensé, podría dejar de ver, aun con este testimonio desperdigado, que Inglaterra se hallaba bajo un patriarcado. Nadie en sus cinco sentidos podría dejar de detectar la dominación del profesor. Suyos eran el poder, el dinero y la influencia. Era el propietario del periódico y su director, y su subdirector. Era el ministro de Asuntos Exteriores y el juez. […] Él decidiría si el cabello pegado al hacha era humano; él absolvería o condenaría al asesino, él le colgaría o le dejaría en libertad. Exceptuando la niebla, parecía controlarlo todo. Y, sin embargo, estaba furioso.“
„No se vivir solo con cinco sentidos.“
„Que no existe ningún otro sentido aparte de los cinco 424b 22 —me refiero a vista, oído, olfato, gusto y tacto“
„Por lo demás, donde las ratas del Congreso colombiano les diera por regular también los entierros, ésta es la hora en que no tendríamos menos de cinco millones de cadáveres insepultos, apilándose en diferentes grados de descomposición en las casas: unos más podridos que otros. ¡Qué tentación para los gallináceos! ¡Pobres! Como si a mí me pusieran un colegio de muchachitos en pelota enfrente y no los pudiera ni tocar.“
„Cinco minutos antes no es la hora. Cinco minutos después no es la hora. La hora es la hora.“
„Sí, y tengo tres hijos, contesté, acortando camino. Él tiene cinco. Qué suerte. ¿Y cómo está Isabel? ¿Siempre guapa? Murió, dije, poniendo la cara más inescrutable de mi repertorio. La palabra sonó como un disparo y él menos mal quedó desconcertado. Se apuró a terminar el tercer café y en seguida miró el reloj. Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar en seguida el reloj“
„Sábado 23 de febreroDios mío, qué aburrimiento. Sólo entonces formuló la pregunta más lógica: «Che, ¿total te casaste con Isabel?».»Sí, y tengo tres hijos», contesté, acortando camino. Él tiene cinco. Qué suerte. «¿Y cómo está Isabel? ¿Siempre guapa?» «Murió», dije, poniendo la cara más inescrutable de mi repertorio. La palabra sonó como un disparo y él -menos mal- quedó desconcertado. Se apuró a terminar el tercer café y en seguida miró el reloj. Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar en seguida el reloj.“
„A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando, el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si siempre estuviera expresando el máximo ¿qué dejaría para esos momentos (siempre hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno debe apelar el corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.“
„La primera mujer que me fascinó fue la maestra que me enseñó a leer a los cinco años. Pero aquello era distinto. La primera que me inquietó fue una muchacha que trabajaba en la casa. Una noche había música en la casa de al lado, y ella, con la mayor inocencia, me sacó a bailar en el patio. El contacto de su cuerpo con el mío, cuando yo tenía unos seis años, fue un cataclismo emocional del cual todavía no me he repuesto, porque nunca más lo volví a sentir con tanta intensidad, y sobre todo, con semejante sensación de desorden.“
„El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdiótodos. Tuvo diecisiete hijos varones de diecisiete mujeres distintas, que fueron exterminados unotras otro en una sola noche, antes de que el mayor cumpliera treinta y cinco años. Escapó acatorce atentados, a setenta y tres emboscadas y a un pelotón de fusilamiento. Sobrevivió a unacarga de estricnina en el café que habría bastado para matar un caballo. Rechazó la Orden delMérito que le otorgó el presidente de la república. Llegó a ser comandante general de las fuerzasrevolucionarias, con jurisdicción y mando de una frontera a la otra, y el hombre más temido porel gobierno, pero nunca permitió que le tomaran una fotografía. Declinó la pensión vitalicia que leofrecieron después de la guerra y vivió hasta la vejez de los pescaditos de oro que fabricaba ensu taller de Macondo. Aunque peleó siempre al frente de sus hombres, la única herida que recibióse la produjo él mismo después de firmar la capitulación de Neerlandia que puso término a casiveinte años de guerras civiles. Se disparó un tiro de pistola en el pecho y el proyectil le salió porla espalda sin lastimar ningún centro vital. Lo único que quedó de todo eso fue una calle con sunombre en Macondo.“
„Lo único cierto era que se llevaron todo: el dinero, las brisas de diciembre, el cuchillo del pan, el trueno de las tres de la tarde, el aroma de los jazmines, el amor. Sólo quedaron los almendros polvorientos, las calles reverberantes, las casas de madera y techos de cinc oxidado con sus gentes taciturnas, devastadas por los recuerdos.“
„Cinco minutos después, volando sobre la nieve rosada de los Andes al atardecer, tomé conciencia de que las seis semanas que dejaba detrás no eran las más heroicas de mi vida, como lo prentendía al llegar, sino algo más importante: las más dignas.“
„Yo, Miguel Littín, hijo de Hernán y Cristina, director de cine y uno de los cinco mil chilenos con prohibición absoluta de regresar, estaba de nuevo en mi país después de doce años de exilio, aunque todavía exiliado dentro de mí mismo: llevaba una identidad falsa, un pasaporte falso, y hasta una esposa falsa. Mi cara y mi apariencia estaban tan cambiadas por la ropa y el maquillaje que ni mi propia madre había de reconocerme a plena luz unos días después.“
„Me alegro, porque es posible, y subrayo posible, que ese momento no llegue nunca, que no te enamores, que no quieras ni puedas entregarle la vida a nadie y que, como yo, cumplas un día los cuarenta y cinco años y te des cuenta de que ya no eres joven y que no había para ti un coro de cupidos con liras ni un lecho de rosas blancas tendido hacia el altar, y la única vergüenza que te quede sea robarle a la vida el placer de esa carne firme y ardiente que se evapora más rápido que las buenas intenciones, y que es lo más parecido al cielo que encontrarás en este cochino mundo donde se pudre todo, empezando por la belleza y acabando por la memoria.“
„Por lo demás hay que ser imbécil, hay que ser poeta, hay que estar en la luna de Valencia para perder más de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo.“
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