Juegos
Todos los emojis
Citas
Blog
Página de inicio
»
cocinar
Relacionado con: cocinar
„Seguro que hiciste un pacto con el diablo: le diste el alma a cambio de saber cocinar.-Y de poder ver a través de la ropa de las mujeres -añadió Theo a la vez que dejaba caer una pinza vacía en el bol para los restos del caparazón.“
„Si no estuviera haciendo esto, no tengo nada más qué hacer, ¿sabes?. No sé cocinar… No soy bueno como ama de casa.“
„Y… una mujer siempre cuida al hombre. Y el hombre o la mujer, de otra manera. No es que me hace `la comidita`. Aunque si, pero a veces no. Yo soy autosuficiente y por ejemplo se cocinar re-bien y me gusta hacerlo. En todas mis parejas siempre fui yo el que cocinaba. Y de todo… salsas bien italianas, cualquier tipo de tucos y pastas, desde lo más tradicional hasta inventadas.“
„Quizá no le atraiga la belleza – señaló ella. (Le había dicho que no había visto La tempestad; que no había leído tal libro; tenía un aspecto desaliñado, too él era bigote, barbita y leontina de plata). Pensó que aquello no costaba un penique; los museos y la National Gallery eran gratuitos, y también el campo. Conocía, claro está, las objeciones: lavar, cocinar, los niños; pero la raíz de las cosas, lo que tenían que deicr, era que la felicida es muy barata. Puede tenerse por nada. La belleza.….- ¡ La belleza! – exclamó él. Lamentaba no entenderla si se la desligaba de los seres humanos.“
„A veces basta secar el sudor de la frente de un hombre cansado para que coma de la mano que lo acaricia. No se necesita ser nigromante para eso. Ser leal y alegre, escuchar -o al menos fingir que una lo hace-, cocinar sabroso, vigilarlo sin que se dé cuenta para evitar que cometa tonterías, gozar y hacerlo gozar en cada abrazo, y otras cosas muy sencilla son la receta. Pdría resumirlo en dos frases: mano de hierro, guante de seda.“
„Comer solo, dormir solo, morir solo. Contar con una compañera, como Lucía había sugerido, ¿cómo sería? Cocinar para ella, esperarla por las tardes, andar con ella de la mano, dormir abrazados, contarle sus pensamientos, escribirle poemas… Alguien como Lucía. Era una mujer madura, sólida, inteligente, de risa fácil, sabia porque había sufrido, pero no se aferraba al sufrimiento, como él, y además, bonita. Pero era atrevida y mandona. Una mujer así ocupaba mucho espacio, sería como lidiar con un harén, demasiado trabajo, muy mala idea.“